Por José Calero

En la primera elección del año para gobernador, Mauricio Macri parece haber optado por el mal menor, como suele ocurrir en política.

En los comicios de este domingo en Neuquén, el presidente preferiría un triunfo del gobernador Omar Gutiérrez (mantienen muy buen diálogo), del Movimiento Popular Neuquino, con tal de que no venza el kirchnerista Ramón Rioseco.

Esa parece ser la estrategia política de la mesa del PRO, que parece dispuesta a sacrificar al radical Horacio "Pechi" Quiroga, el postulante de la alianza UCR-Cambiemos que emerge tercero en los sondeos en la provincia, mientras Gutiérrez y Rioseco mantienen un final cabeza a cabeza.

Un dato clave es que quien resulte elector gobernador comenzará a tallar en negociaciones clave en lo que algunos llaman la "Texas argentina", por el potencial de Vaca Muerta que aún no pudo ser explotado a gran escala por falta de inversiones.

El gobernador de Neuquén desempeña un rol clave en las negociaciones con las petroleras no sólo de la Argentina, sino también del mundo.

Casualidad o no, este lunes el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se reunirá con referentes de las principales petroleras norteamericanas, junto al secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, antes de verse las caras con la jefa del FMI, Christine Lagarde, el miércoles.

La disputa clave en Neuquén será entre el gobernador Omar Gutiérrez (Movimiento Popular Neuquino), Ramón Rioseco (PJ) y cercano a Cristina Kirchner, y Horacio “Pechi” Quiroga (UCR-Cambiemos).

El MPN gobierna la provincia desde hace 60 años, desde su fundación como partido.

Pero su hegemonía podría peligrar porque el ex gobernador Jorge Sobisch se presenta como candidato y dividiría votos tradicionales del MPN fortaleciendo la opción kirchnerista.

Las petroleras también están pendientes de este resultado. Preferirían un triunfo de Gutiérrez, que además selló una fuerte alianza con el gremio de los petroleros neuquinos.