La crisis social en Chile es cada vez más compleja. En las últimas horas fueron confirmados tres muertos, entre ellos un nene, y elevó la cifra de fallecidos a 18, en lo que constituye la crisis social más grave en 30 años de democracia.

El número fue confirmado por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien precisó que entre las víctimas fatales se encuentran un adulto mayor y un niño de cuatro años que fueron arrollados por un conductor ebrio mientras participaban en un cacerolazo en el sur de la capital. Agregó que hubo 102 civiles heridos y 95 lesionados entre los 20.000 militares y policías que patrullan las calles.

En ese marco, decenas de miles de manifestantes se congregaron en una plaza del centro luego de chocar con la Policía. Con banderas chilenas y al grito de “¡Chile despertó!”, las movilizaciones tuvieron lugar en varios puntos de la capital y otras regiones en medio de una huelga general convocada por la principal central de trabajadores.

Pero el caos volvió a la capital cuando la policía lanzó agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se acercaban a las inmediaciones del Palacio De La Moneda, la sede de la presidencia. Los manifestantes repelieron la acción lanzando piedras y otros objetos a los agentes. “íPiñera, renuncia!", gritó un manifestante con el rostro cubierto con un pañuelo.