Londres tiene ya la prórroga que su primer ministro Boris Johnson no quería. Los representantes permanentes de los 27 socios del Reino Unido en la Unión Europea (UE) acordaron aceptar la petición del Parlamento británico de aplazar la fecha de salida británica de la UE del 31 de octubre al 31 de enero del próximo año.

El gobierno francés quería una prórroga mucho más corta, de apenas unas semanas, así que el compromiso consiste en poner la fecha fija del 31 de enero y dar a Londres la posibilidad de salir también el 1 de diciembre o el 1 de enero si para entonces ya tiene ratificado parlamentariamente el acuerdo de salida que alcanzó Boris Johnson con el negociador europeo Michel Barnier.

El presidente francés Emmanuel Macron fue el único reticente a la concesión del aplazamiento, como ya lo había sido cuando se concedieron las otras dos prórrogas en marzo y abril. Macron habló este fin de semana con Boris Johnson (que se vio forzado por su Parlamento a pedir una prórroga que no quería), el hombre que dijo que antes muerto y en una zanja que aceptar aplazar el Brexit.

Francia cedió en su postura de aceptar solo una prórroga de como máximo un mes porque considera suficiente justificación que Boris Johnson quiera elecciones anticipadas.