Hay tensión entre la saliente de gestión de Mauricio Macri y la renovada del Gobierno de la Ciudad, nada menos que por una deuda de US$ 100 millones.

Horacio Rodríguez Larreta espera que Mauricio Macri le libere esos fondos destinados a obras antes de entregar el mando a Alberto Fernández.

El jefe de Gobierno espera que la Nación le transfiera a la Ciudad 100 millones de dólares que le adeuda antes de dejar el poder.

Corresponde a los viaductos Mitre y San Martín.

Es ahora o, tal vez, nunca, admiten cerca del Gobierno porteño, temerosos de que la llegada al poder nacional de otro signo político termine echando por tierra con ese presupuesto.
Es que, salvo por fondos del BID que rondarían los US$ 6.000 millones y ya tendrían destino, en los próximos años Alberto Fernández no tendrá plata fresca para obra pública.

En la Ciudad nadie apuesta a que en la escasez, el presidente electo apueste a invertir en el distrito más rico del país y principal bastión opositor.
Ante las carencias de fondos, para cancelar su parte por el Paseo del Bajo, la obra más costosa de la Ciudad en una década, la Nación le cedió a la administración porteña en enero último 10 inmuebles fiscales valuados en 175 millones de dólares.