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29 de marzo de 2024
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El drama de Italia conmueve al mundo y enciende alertas
En Bérgamo, la zona industrial, los hospitales están repletos y la gente muere en sus casas. Es incesante el desfile de camiones militares llevando cadáveres para ser cremados
20 de marzo de 2020
Las muertes en Italia por coronavirus ya ascienden a 3.405, aunque alcaldes advirtieron que los fallecimientos serían muchos más porque mucha gente está muriendo en sus casas y esos datos no quedan registrados en el sistema.

La cantidad de casos diarios nuevos ya roza el medio millar, convirtiéndose al país en el primero del mundo en número de víctimas mortales, por delante de China, país donde se originó el brote pandémico.

En Wuhan, la ciudad china donde surgió hace un poco más de tres meses el nuevo coronavirus Covid-19, no registró ningún caso nuevo, según la información del régimen comunista, que debe ser tomada con pinzas.

Pero Italia ya es el país más golpeado de Europa.

Se registraron este 19 de marzo un total de 427 muertes en Italia en las últimas 24 horas, lo que eleva el total de la cifra nacional a 3.405 desde que surgió el brote el pasado 21 de febrero.
Féretros en Italia

Desde principios de enero, China, un país con una población 20 veces más grande que Italia, ha registrado 3.245 muertes. Sin embargo, el país europeo tiene muchos menos casos confirmados: 41.035 hasta el jueves frente a 80.907 en China.

Una de las imágenes más dramáticas de la desastrosa epidemia del coronavirus es el desfile por el centro de Bérgamo de la caravana de camiones del Ejército que transportan féretros con los muertos hacia los crematorios en regiones del centro de Italia.

El del cementerio de Bérgamo, provincia con un millón de habitantes, está saturado.

El alcalde lanzó un llamado porque los prestigiosos hospitales como el Papa Juan XXIII están repletos, el 10% del personal sanitario contrajo la pestilencia y entre los nosocomios y los médicos de familia del Servicio Sanitario Nacional se registran ya una docena de muertos.

A Bérgamo la llaman "la Wuhan de Italia", comparándola con la metrópoli china donde se originó en diciembre-enero la epidemia de coronavirus de la que ahora Italia es el país más castigado.

En la región de Lombardía, la más grande y rica de Italia, motor del 40% de la actividad industrial italiana, se sigue concentrando el área más critica de la epidemia, lo cual anticipa un cataclismo económico de proporciones épicas.

Y los focos infecciosos peores están en las provincias de Bérgamo y Brescia, donde los muertos oficiales son sólo una parte de la devastación mortífera del coronavirus.

Los alcaldes protestan porque dicen que “es mucha más la gente que está muriendo”, según reporte el corresponsal de Clarín en ese país, Julio Algañaraz.

Como los hospitales no dan abasto, los contagiados son enviados a casa y por la actividad de las compañías de servicios fúnebres privadas se ha descubierto que una parte de los fallecidos muere en el hogar y saltea la estadística.
El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, tras señalar que en la última semana hubo casi 400 muertos, confirmó en una entrevista televisiva que “los datos no dicen que muchas personas están muriendo en sus casas y no figuran en los censos”.

Lo mismo ocurre con las cifras de contagiados, que están llegando a los cuatro mil enfermos porque la expansión del virus continúa firme. Los datos exhiben anomalías que hacen pensar que la cantidad de infestados no detectados por el sistema sanitario es mucho mayor. “Cinco veces más”, sostienen médicos de familia del Sistema Sanitario y de los hospitales bergamascos.

El último golpe recibido llegó por donde nadie lo esperaba. Ha sido suspendida la construcción de un hospital de campo por parte de los Alpinos del Ejército, que debía ser habilitado en tiempo récord en la Feria de Bérgamo.

La región avisó que carecía del personal sanitario y el material médico necesario para hacer funcionar el hospital de campo.
Los hospitales de Bérgamo han lanzado un llamado a los chinos, que han enviado ya varias delegaciones médicas y toneladas de ayuda, para contratar un buen número de especialistas, enfermeros y técnicos que acudan a ayudar a los exhaustos médicos del Papa Juan XXIII y otros nosocomios que necesitan urgentemente refuerzos.

El alcalde de Bérgamo estuvo de acuerdo con la alarma lanzada por el presidente de la región Lombardía, Attilio Fontana, quien dijo que está cerca el colapso del mejor sistema de hospitales de Italia por la multiplicación de los enfermos y la falta sobre todo de camas de terapia intensiva.

Estos lechos son esenciales para los pacientes que entran en el estado crítico trasmitido por el virus: una pulmonía aguda que lleva a la muerte. En la terapia intensiva se inicia la última batalla, pero una parte no sobrevive, sobre todo los más viejos.

Ampliar los lechos de cuidados intensivos, ampliar la oferta sanitaria con hospitales de campo, representa una carrera contra el tiempo que se comienza a perder.

Una parte de los científicos espera que la semana próxima la epidemia llegue a su pico máximo y comience a retroceder en Lombardía. Pero muchos creen que hace falta más tiempo, que en las actuales condiciones en Bérgamo y Brescia se está acabando.

Brescia, una de las principales ciudades industriales del país, compite con Bérgamo por el primado como el Vietnam italiano en las cifras de muertos y contagiados.

El alcalde Emilio Del Bono explicó que “uno de cada siete muertos en Italia es de aquí. En poco más de una semana el número de fallecidos llegó a 485 personas y el número de contagiados representa el 15 por ciento de todo el país. La progresión de los lutos es impresionante, sobre todo en las comunas vecinas a la ciudad. “Todos tenemos un amigo o un pariente enfermo, todos conocíamos a muchos de los fallecidos”, señaló Del Bono.

El alcalde bresciano cree que “no es posible que se mantengan tantas actividades abiertas”. “Hay que detener más el movimiento de la gente”.

En Brescia y Bérgamo, se estima que aún hay un movimiento del 40% de la población que trabaja en la cadena enorme de las industrias. Este es en gran parte el corazón productivo de Italia.

El alcalde reitera el clamor de “quédense en casa”, que es el consejo más repetido que se escucha hoy en este país, como único remedio para evitar el contacto humano que permite el contagio. No hay otro remedio para evitar el coronavirus.

Los daños económicos en Bérgamo y Brescia son ya enormes y lo serán aún más. El gobierno de Roma ha dispuesto un plan de 25 mil millones de euros para reactivar la actividad económica nacional y subsidiar a los trabajadores. Pero esa cifra es la que se estima solo en Lombardía como las perdidas que este año sufrirán las industrias locales.