Diego Armando Maradona, el astro del fútbol mundial que llevó a la Argentina al podio más alto en 1986, murió hoy tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.

Maradona se descompensó mientras dormía y, alrededor de las 11.30, cuando fueron a despertarlo, ya no reaccionó a los intentos de reanimación.

Lo velan desde las 6 en Casa Rosada.

El ingreso se realizará por Avenida de Mayo y 9 de Julio, entrando a la Casa Rosada por Balcarce 50. Por indicación de la familia, el horario se extenderá hasta las 16:00.

Los familiares e invitados de la familia Maradona pueden hacer su ingreso por la entrada de explanada de avenida Alem esquina Rivadavia.

Cómo murió

Fuentes de la Fiscalía General de San Isidro llegaron a esa conclusión tras tomarle testimonio a su entorno.
La última vez que lo vieron con vida fue a las 23:00 del martes.
El campeón mundial en México 1986 había sido operado de un coágulo en la cabeza a principios de noviembre.

Permanecía en el barrio San Andrés, en el partido bonaerense de Tigre, donde se había instalado días atrás luego de la operación en la cabeza a la que fue sometido por un hematoma subdural.

El 30 de octubre había cumplido 60 años. Maradona falleció cerca del mediodía luego de que los médicos que lo asistieron intentaran reanimarlo sin éxito.
En los últimos días, su familia y entorno habían notado a Maradona "muy ansioso y nervioso", por lo que se había reflotado la idea de trasladarlo a Cuba para su rehabilitación, donde ya había pasado unos años luchando contra su adicción a la cocaína.
Su vida deja huellas imborrables para la memoria colectiva del fútbol argentino y el mundo.

Esa vida desbordó ríos de tinta y necesitaría volúmenes para abarcarla.

Su debut como futbolista en Argentinos Juniors, el campeonato con Boca, el paso por el Barcelona, su historia de amor con el Nápoles, el cielo que tocó en el Mundial de México ´86 y el infierno al que cayó en el de Estados Unidos ´94. Sus problemas de salud y su trayectoria como entrenador son apenas algunos de los hechos históricos de la vida de "El Diego".

Debutó el 20 de octubre de 1976, a diez días de cumplir los 16 años. Rápidamente deslumbró a los hinchas. A pesar de sus destellos, quedó fuera de la selección que dos años después se consagraría campeón del Mundial de Argentina.
El destino le dejó pronto la oportunidad del desquite pues, un año después, en 1979, se consagró campeón juvenil en Japón al frente de una generación fantástica de jugadores.

Rey de La Boca, y de Nápoles

Tras destacar en Boca Juniors, el club del que era hincha, y el Barcelona, en 1984 llegó al Nápoles.

Participó en la construcción de un equipo que hizo historia y no ha tenido par. Se tornó ídolo absoluto del club al ganar dos títulos de Liga (1986-1987 y 1988-1989), una Copa Italia (1986-1987), una Copa de la UEFA (1988-1989) y una Supercopa de Italia (1990).

Pero fue el Mundial de México 1986 el que los convirtió en estrella mundial, cuando muy pocos creían en esa selección de Carlos Bilardo.

Contra todos los pronósticos negativos, el equipo albiceleste se consagró campeón con contundencia, por segunda vez en su historia. No habría otra Copa al menos durante su corta vida.

El desempeño de Maradona en México fue superlativo. En los cuartos de final anotó dos tantos a Inglaterra en la victoria por 2-1. Primero fue con "la mano de Dios" y luego "el gol del siglo XX".

Cuatro años después, la gloria en el Mundial de Italia 90 fue como un remate que explotó en el palo. El equipo de Bilardo y Maradona debió conformarse con la condición de subcampeones.
Y reforzado, con nuevos aires y paso de campeón, llegó en 1994 al de Estados Unidos. Pero tras otra destacada función de Maradona, un examen antidoping lo dejó fuera de combate. "Me cortaron las piernas", dijo.
Fue suspendido, y sin recuperarse del golpe, la albiceleste se despidió en octavos de final al perder ante Rumanía por 3-2.

En medio de sus adicciones y una salud jaqueada, Maradona colgó las botines en 1997 y desde entonces tuvo muchos problemas y debió ser internado varias veces.

En enero de 2000 estuvo al borde de la muerte y fue internado de urgencia por problemas cardíacos. Cuando recibió el alta, viajó a Cuba para someterse a un tratamiento por su adicción a las drogas.

Tras dirigir a Mandiyú y Racing en los '90, estando suspendido como jugador de la FIFA, tuvo una segunda etapa que lo llevó a dirigir a Al-Wasl, Al-Fujairah y Dorados de Sinaloa, y tener la gran oportunidad de ser seleccionador de Argentina de 2008 a 2010.
Con Maradona como DT y Lionel Messi en el campo, la Selección se clasificó de manera agónica para el Mundial de Sudáfrica 2010.
Tras un promisorio comienzo, Argentina fue despedido del torneo al perder aparatosamente en los cuartos de final ante Alemania por 4-0.

Lo último es ya historia más conocida: su llegada a Gimnasia y Esgrima en 2019, y su paseo por muchas canchas del fútbol argentinos donde fue homenajeado como una leyenda, casi en una despedida anticipada de este presente muy doloroso para los amantes de fútbol mundial.

rob