El año de la pandemia terminará en llamas en materia política, con los Gobiernos nacional y porteño enfrentados por la Coparticipación.

La lectura política es que el presidente Alberto Fernández se encamina hacia un cruce inexorable con el dirigente que le podría hacer sombra a su candidatura a la reelección en el 2023, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y que detrás de la jugada está la larga mano de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

De estar juntos para enfrentar la pandemia, se están transformando en fuerte enemigos políticos, ahora que en la Ciudad el ritmo de contagios descendió en forma sustancial. Lejos quedaron los tiempos en que el presidente llamó "mi amigo" a Rodríguez Larreta.

Tras la media sanción en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que involucra a la Comisión Federal de Impuestos para avalar la quita de fondos de coparticipación a la Ciudad, Rodríguez Larreta advirtió que recurrirá a la Corte Suprema.

“Ante a este nuevo ataque, vamos a presentar una nueva demanda para seguir defendiendo por los medios institucionales lo que le corresponde a la Ciudad”, anunció.

“Necesitamos que la Corte resuelva cuanto antes. Porque desde el 10 de septiembre la Ciudad dejó de percibir más de $10.000 millones, y esto no se va a detener hasta que el decreto se declare inconstitucional”, pidió.

Rodríguez Larreta se mostró acompañado por las principales espadas de Juntos por el Cambio, incluyendo a la UCR, ya que Martín Loustau y Mario Negri dijeron estuvieron en el anuncio.
Desde el Gobierno aspiraban a que la Ciudad depusiera su demanda ante la Corte para firmar el nuevo consenso fiscal.
Pero Rodríguez Larreta salió a cruzar esa posibilidad: “La Ciudad dejó de recibir $150 millones diarios. Que para fin de año va a ser de $13 mil millones. Y para el próximo año, $53 mil millones. Esto era solo con el decreto. Y ahora le hacen más daño a la Ciudad con la ley, que nos sacan $12 mil millones más”, disparó.

En el Gobierno de la Ciudad creen que el kirchnerismo busca desfinanciarlo, con la quita de fondos por decreto -y ahora por ley- y con la denuncia penal que la secretaría de Derechos Humanos presentó ante él y Santilli por el accionar de la Policía de la Ciudad durante el velorio de Diego Maradona.
“Pareciera que quieren desfinanciar, o incluso quebrar a la Ciudad para llevarla al límite del sometimiento (…) Todo esto muestra que hay una clara intención política. Y no es que me afecte a mí, a la Ciudad o a los porteños. Esto afecta a toda la Argentina”, advirtió, al sugerir que en un futuro la Nación podría avanzar contra los recursos de otros distritos.

“¿Quieren sacarle la Seguridad a la gente para que la calle sea tierra de nadie y que barrabravas violentos puedan tomar la Casa Rosada como el otro día?”, se preguntó Rodríguez Larreta, en alusión a los incidentes en Balcarce 50. El jefe de Gobierno, que durante el fin de semana dialogó con Sergio Massa y con Juan Schiaretti, evitó mencionar en su exposición al gobernador cordobés, cuyos diputados presentaron el proyecto alternativo votado en la Cámara Baja que abre una instancia de negociación en la Comisión Federal de Impuestos.

Ese órgano reúne a los ministros de economía de todas las provincias, 19 de los cuales son oficialistas o aliados provinciales del Ejecutivo nacional.

“Es como si nos invitara a jugar un partido en el que ellos ponen una cancha que ya está inclinada, designan al árbitro y encima el resultado ya está decidido”, se quejó Larreta.

El ministro del Interior, Eduardo de Pedro -que se involucró en la negociación en Diputados- fue el encargado de contestarle al jefe de Gobierno.

“Sean honestos con los vecinos. Los fondos para el funcionamiento de la policía están garantizados (…) Pareciera que quieren una democracia sin Congreso y un federalismo sin provincias”, escribió el ministro del Interior en Twitter.

El presidente Alberto Fernández, quien no habló con Rodríguez Larreta en las últimas semanas, replicó los dichos del ministro del Interior.