Lanús se impuso con contundencia a Independiente por 3 a 1 en el estadio "Libertadores de América", por la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. La efectividad de la visita en la primera etapa fue demasiado para el Rojo, que no estuvo claro en ofensiva y cometió errores insólitos en defensa. Triunfazo de los dirigidos por Luis Zubeldía.

Con esta victoria, el "Granate" enfrentará a Vélez Sarsfield, en una instancia que se disputará entre el 5 y el 14 de enero.

Tomás Belmonte, a los 15 minutos, José Sand, a los 17, y Nicolás Orsini, a los 43, marcaron los goles de la visita, que en la ida había igualado 0 a 0. Ya en el cierre del encuentro, cuando la remontada era imposible, Andrés Roa consiguió descontar.

Si bien la diferencia fue exagerada, Lanús fue mucho más compacto que su desorientado oponente y venció con justicia.

En el arranque del partido, el Rojo intentó jugar en el campo contrario y no tardó en crear la primera situación de peligro en los pies de Silvio Romero, quien sacó un débil remate que Lautaro Morales contuvo sin problemas.

Segundos más tardes ocurriría la jugada más polémica de la primera etapa: el arquero Sebastián Sosa amagó con ir a rechazar una pelota lejana al área, pero se quedó a mitad de camino por lo que Alan Franco tuvo que detener con su cuerpo abruptamente a Lautaro Acosta, que podía quedar con el arco a su disposición.

Pese a que desde el banco del Granate pidieron expulsión para el defensor, el árbitro Raphael Claus y el VAR comprendieron que no se trataba de una infracción de último hombre.

El primer grito de la tarde sería para el Grana tras una desatención del fondo rojo, una película que se repetiría una y otra vez. En una jugada que no presentaba grandes dificultadas, Pablo Hernández intentó tirar un caño en su propia área y dejó la pelota servida para que Tomás Belmonte sacara un mísil y adelantara a su equipo.

No pasarían ni dos minutos para que la visita pudiera extender la ventaja. Pedro “Pepo” De la Vega ganó una pelota divida ante Alexander Barboza en la banda derecha y habilitó a Pepe Sand, quien definió con su pierna menos hábil y se dispuso a gritar un gol. Dos tiros y dos goles que hundían a Independiente.

Tras el cachetazo, los dirigidos por Lucas Pusineri buscaron descontar sin éxito y vovlvieron a pagar muy caro otro horror defensivo: Franco y Barboza chocaron en un intento por despejar un lanzamiento aéreo y le dieron vía libre a Nicolás Orsini para que se la picara a Sosa. Tercer tanto, y serie liquidada.

rob