El presidente Alberto Fernández insistió este lunes con la voluntad de de reformar la Justicia, y sostuvo que quería “un día de respuestas” y que haya un compromiso para “darle fin” a las desigualdades en razón de género.

“Días atras recibí a los papás de Úrsula, que encontró la muerte en manos de un femicida. A la tarde estuvo en una fiscalía y de allí se fue sin que nadie se lo impidiera. No tenemos a Úrsula y hablando con su madre y su padre es muy difícil explicarles lo que pasa, es imposible", dijo el Presidente.

Luego, agregó: "Esas cosas pasan también porque la reacción estatal es lenta o no existe. Ahí tenemos una enorme responsabilidad nosotros, los que gobernamos este país”, introdujo Fernández, en cuanto al encuentro que tuvo con la madre y el padre de Úrsula Bahillo, de 18 años, asesinada en Rojas por su expareja y entonces policía de la Bonaerense, Matías Ezequiel Martínez.

Las palabras del jefe de Estado fueron realizadas junto a todos los gobernadores en el Museo del Bicentenario donde se firmó el Acuerdo Federal para una Argentina Unida contra la Violencia de Género, en el Día Internacional de la Mujer.

“Cuando asomó el caso Úrsula fue tan tremendo... Cuando a uno le preguntan por qué insiste en hablar de la Justicia, yo insisto en hablar de la Justicia para que no existan más Úrsulas, más Micaelas, para que un tal Wagner no ande matando a Micaela y queriendo matar a otras mujeres”, comentó el Presidente.

Así Fernández hizo referencia a otro caso de femicidio de gran resonancia: el de Micaela García, perpetrado por Sebastián Wagner, en Entre Ríos. Su caso inspiró la ley para capacitación en violencia de género en los organismos públicos que hoy lleva su nombre.

rob