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3 de mayo de 2024
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Boca-Cristal: la noche más bochornosa de Copa en la Bombonera
Se cumplen 50 años de una batalla campal en la Libertadores. Hubo 18 expulsados, 3 hospitalizados, 40 detenidos y una muerte inesperada
16 de marzo de 2021
Por Roberto Blanco Macor, de la redacción de Asteriscos.Tv

A un minuto del final de un partido por la Copa Libertadores, en la fase clasificatoria, el estadio de Boca, se convirtió en un escenario de una verdadera batalla campal donde la mayoría de los integrantes del equipo Xeneize y del conjunto peruano de Sporting Cristal, con el saldo de varios heridos, 19 expulsados, más de 40 futbolistas detenidos, y una trágica muerte.

La noche del 17 de marzo de 1971, hace 50 años, Boca , el entonces campeón argentino vigente, se jugaba la clasificación a segunda ronda del torneo continental, pero para lograrlo debía vencer a su rival, que ya no tenía chances.

El grupo también lo integraba Rosario Central, en su debut en la Libertadores y Universitario de Perú, quien la noche anterior había empatado de visitante y era el líder de la zona.

A pesar de ser televisado en directo a todo el país por Canal 13 y en blanco y negro, La Bombonera estuvo llena, y el clima en el estadio era muy “caliente” por la presión de las tribunas, para que el club de La Ribera lograra el pase a la siguiente ronda, en un torneo que le era habitualmente esquivo.

El primer tiempo finalizó con un triunfo parcial de los locales 2 a 1, con tantos convertidos por el puntero derecho Jorge Coch y Angel Clemente Rojas, luego del empate parcial marcado por Orbegoso.

Si bien el clima era “pesado” no hubo situaciones violentas durante el partido y si mucho apremio de Boca por sostener el resultado y una gran “honor deportivo” del Sporting por arruinar la noche a los locales y favorecer asus compatriotas del Unibversitario .

A los 24 minutos del complemento, el volante González Pajuelo del Cristal logró el empate 2 a 2 , y a partir de allí el equipo de La Ribera buscó con desesperación y sin orden, el gol del triunfo.

Faltaba 5 minutos, cuando tras un centro de la derecha de Coch, el defensor Roberto Rogel intenta cabecear fallando, y agarrando del cuello a su marcador. Ambos cayeron en el área y aguerrido jugador de Boca pedía un inexistente penal.

El árbitro uruguayo Alejandro Otero sancionó falta para la visita y allí se desató la batahola. Enojados los jugadores de Boca protestaron y comenzaron los empujones y agresiones sobre el arco que da a la tribuna de Casa Amarilla, y ya nada pudo detenerse.




Piñas van, piñas vienen, 19 de los jugadores en cancha se agredieron mutuamente, quedando fuera, como espectadores en primera fila sin ningún tipo de reacción, el exquisito defensor de Boca, el peruano Julio Meléndez y el delantero de la visita Rubiños.

Parecía una película de artes marciales ver el estado alterado de capitán del equipo argentino, Rubén Suñé persiguiendo enceguecido al volante Gallardo, que escapaba y rogaba no ser agredido.

“Recuerdo que estaba loco, y el miedo de Gallardo era lógico, si lo alcanzaba lo mataba sin dudar”, contó años después el “Chapa” Suñé, quien recibió una patada voladora “defensiva” del peruano, que le generó un corte en su pómulo derecho de siete puntos de sutura.

“En un momento lo enfrenté porque si me alcanzaba no sé lo que me hubiera hecho sin defenderme”, sumó Gallardo, como narración de este hecho.

Herido, ensangrentado, Suñé no se calmó y persiguió a Gallardo varios metros más esgrimiendo como arma el mástil de una de las banderitas de los córneres.

El árbitro suspendió el partido; expulsó a 19 jugadores menos Meléndez y el arquero Rubén Sánchez, quien había participado en la batalla. Dos jugadores peruanos fueron internados en el Hospital Argerich, y el resto fue detenido y quedaron toda la noche, hasta la tarde del día siguiente incomunicados en la comisaría 25.

La Conmebol le quitó todos los puntos ganados a Boca en la Copa y clausuró la cancha para partidos internacionales por dos años. Sancionó a varios jugadores, pero con penas leves.

La AFA fue más dura: A Suñé le aplicaron un año y seis meses de suspensión. A Roberto Domingo Rogel un año y cuatro meses; a Antonio Roberto Cabrera, un año y dos meses y a José María Silvero —director técnico— y Jorge Antonio Coch, un año.

Sin embargo, el entonces presidente de facto, Alejandro Agustín Lanusse, quien tenía cercanía ideologica con el presidente de ese tiempo de Boca, Alberto J Armando, le dio una amnistía a todos los jugadores suspendidos en las horas previas al Día del Trabajador.

La noticia trágica de este evento fue cuando a las 3 de la mañana fueron a buscar a la comisaría al jugador peruano Orlando De La Torre para comunicarle que debía volver a su país urgente, porque su madre estaba grave.

En realidad, la mujer, que tenía antecedentes de problemas cardíacos, se descompensó y falleció esa noche mientras miraba el partido de su hijo, ne medio de esa batalla para el olvido.