Sin paz, y en medio de las tensiones que genera el agravamiento de la pandemia de Covid-19, el conductor de ShowMatch, Marcelo Tinelli, salió a cruzar las críticas recibidas del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan.
Respondió la catarata de críticas que recibió por su debut, donde se vio a una multitud de gente sin distanciamiento, barbijo ni protocolos sanitarios. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, había advertido que se trataba de “una imagen absolutamente negativa”.

Tinelli le respondió recordando la denuncia penal iniciada en 2016 por la diputada nacional Graciela Ocaña, que por estas horas tambalea en la Justicia.

“El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires habló de que no era buena imagen la que dio el otro día tanta gente en el estudio. Pero le quiero decir que todos los cuadros que hicimos acá fueron grabados, no hubo 200 personas. Que lo diga la gente está todo bien, pero ¿Qué lo diga el ministro de Salud? Raro, raro”, dijo Tinelli.
El conductor de ShowMatch mostró su enojo contra el funcionario al responderle que peor imagen constituía un ministro (por Gollan) procesado por el denominado Plan Qunitas, una iniciativa destinada a darle a madres de bajos recursos un kit para los primeros seis meses de vida de su bebé.

“El ministro de Salud seguramente se preocupa por esta imagen pero por ahí también te acordás que fue el ministro procesado, que había metido licitaciones que tenían unos kit medio truchos en el 2016. Después voy a hablar de él. ¿Daniel Gollan se llama, no? El ministro de (Axel) Kicillof”, ironizó Tinelli.
“Hay que ver el juicio con Gollán dónde está. Lo deben tener en la Justicia. Pero eso no es mala imagen ministro, por ahí era mala imagen esto de acá”, señaló. La causa mencionada por Tinelli por estas horas tambalea en la Justicia, a raíz de una pericia oficial que desarticuló los argumentos de la denunciante Ocaña. Expertos refrendaron la eficacia de los kits del programa y desestimaron que haya sobreprecios.

Por ese motivo, por estas horas la defensa de todos los imputados -incluye a Aníbal Fernández, Gollán, su actual vice Nicolás Kreplak e incluso empleados sin responsabilidad del Ministerio de Salud- están pidiendo que la causa se cierre por "inexistencia de delito".