El 29 de agosto de 2021 quedará como una fecha histórica y el comienzo de una nueva era: la de Lionel Messi en el Paris Saint-Germain.

El mejor jugador del mundo generó las primeras burbujas de fútbol en la tierra del mejor champagne con su estreno oficial, que se produjo a los 20 minutos del segundo tiempo en el triunfo de su equipo ante el Reims por 2-0, como visitante.

La Pulga, con la 30 en la espalda, entró en reemplazo de su amigo Neymar (10) y volvió a jugar 50 días después de levantar la Copa América en el Maracaná, recibiendo hasta los aplausos de los simpatizantes visitantes.

Ahora, se subirá al charter para viajar rumbo a Caracas, donde lo espera la Selección para los compromisos por Eliminatorias.

El cartel luminoso no mintió: se fue el 10 pero entró Messi. Raro verlo y decirlo, pero así es la nueva normalidad para el rosarino de 34 años en su nuevo club. Y tal como sucedió en sus anteriores debuts, en Barcelona y en la Argentina, Leo lo hizo ingresando desde el banco.

Messi hizo una mini pretemporada especial para ponerse a punto y poder sumar sus primeros 25 minutos en la cuarta fecha de la Ligue 1 luego de sus vacaciones y del histórico traspaso al fútbol francés tras el doloroso adiós de Cataluña.

Messi entró y se ubicó en el lugar de siempre, del centro hacia la derecha, y en seguida buscó hacer juego bajando hacia el círculo central para conectar sus primeros toques seguros.

Angel Di María lo quiso asistir con una bola por arriba, aunque fue impreciso. Una corrida del 30 levantó a todos de las butacas. Leo tocó para Mbappé, que intentó devolvérsela, pero Messi estaba marcado ya y hasta recibió un golpe en la cara a modo de bienvenida de Marshall Munetsi.

El zimbabuense fue su marca personal y le hizo sentir el rigor de una liga menos amigable que la española con un par de duras infracciones. Pero Leo, sin chistar, siguió jugando, concentrado en el objetivo de volver a tomar el mejor ritmo.

Sin embargo, ese ese rato de acción no hubo mucho tiempo para más de él y no logró encontrar el espacio para probar al arco.

Antes de Messi, el PSG dominó un encuentro que no le resultó sencillo a pesar de que en el primer cuarto de hora ya ganaba 1-0 con el golazo de Kylian Mbappé, que con un cabezazo derivado de un centro milimétrico de Di María coronó una excelente jugada con más de 15 toques de todo el equipo visitante.

La presentación de Leo fue la frutilla de una noche muy especial en la historia del PSG, que todavía tiene más galácticos, como Gianluigi Donnarumma y Sergio Ramos, esperando para ser parte de este súper equipo.

rob