La mejor noticia para Racing no fue que le ganó 2-1 a Godoy Cruz ni que se clasificó para la próxima Copa Sudamericana: lo más destacable es que se le terminó el año.

Fue un martirio la temporada para el elenco de Avellaneda, con tres técnicos que se sucedieron sin resultados, sin funcionamientos y sin ideas claras.

Encima, para lo que viene ya no contará con el emblema Lisandro López ni con su ladero Darío Cvitanich. Debe hacer un gran borrón y cuenta nueva Racing. Ese es el trabajo que urge.

Racing ganó porque Licha merecía una despedida a lo grande. Por lo demás, el equipo de Fernando Gago jugó de mal para muy mal y fue superado por Godoy Cruz. Pero fue efectivo y terminó festejando.

No se puede jugar al fútbol con la sensación de vulnerabilidad en defensa tan latente. Así juega Racing: con la soga en el cuello. No hay que quitarle méritos al interesante Tomba del Traductor Diego Flores.

Pero el elenco de Gago juega regalado en defensa y así es imposible. Un ataque, un peligro que nace. Así fue el primer tiempo para la Academia. Son futbolistas volcados al ataque porque sí los de Racing. No hay criterios a la vista. Entonces, cuando pierde la pelota, hay estancias por recorrer.

Fueron inteligentes los jóvenes del conjunto mendocino para ocupar los espacios y herir. Fue muy pasivo lo del local post pérdidas. Sin tensión ni atención juega Racing. Uno, dos, tres y hasta cuatro segundos fueron los que tuvieron para pensar los volantes visitantes cada vez que tenía la pelota en sus pies. De ahí al gol hace falta solo una diagonal bien marcada. Fue sorprendente la liviandad con la que marcó la Academia.

Así llegó el gol del empate: Godoy Cruz la movió de lado a lado sin oposición, Nelson Acevedo la agarró de enganche y habilitó al solitario Ezequiel Bullaude, que definió ante la salida de Chila Gómez. La defensa de Racing estaba mal parada aún cuando tuvo largos segundos para acomodarse.

Había arrancando mejor el local porque a Godoy Cruz le costó hacer pie. Un mal cierre de González dejó cara a cara a Javier Correa con Roberto Ramírez y el delantero no falló.

El gol del empate llegó por decantación en una jugada en la que los futbolistas de Racing parecían no querer marcar. La etapa inicial culminó 1-1 y con los hinchas llenos de furia cantando en contra de la Comisión Directiva. “Milito hay uno solo”, fue otra vez el grito de guerra.

El complemento comenzó con una corrida peligrosa de Abrego por derecha. Nuevamente la sensación de un ataque una jugada de peligro. Pero en la réplica Alcaraz se vistió de crack y le sirvió el gol a Correa. Sí, el sustituto de Licha fue el héroe de la jornada.

Godoy Cruz buscó y mereció largamente el empate. Nery Domínguez sacó una en la línea y Badaloni erró un par increíbles. Por eso perdió.

Sobre el final hubo tiempo para que los hinchas pidan por Cvitanich con insulto incluido para con Gago. No la tendrá sencilla Pintita el año que viene: debe revertir la imagen que tienen los hinchas de él. Y aún peor: tendrá que armar un equipo de cero.

En ese marco, la despedida del licha fue el gran momento de la tarde. A un ídolo se lo despide como a un ídolo. No hay mañana en Racing para Licha y todas las caricias están justificadas.

Al club llegó con 17 años y en pocos meses ya había subido a Primera. Debutó, viajó por el mundo y regresó con el objetivo de dar la vuelta olímpica con el club de sus amores. Lo logró. Se va con la sensación de que dejó algo grande, importante.

En total, los académicos disfrutaron 231 veces a Licha. Marcó 79 goles y cosechó dos títulos: Superliga y Supercopa Argentina.

"Vengan, vengan", llamó Lisandro a los suplentes para que también estén en la última foto de él como jugador de Racing. Recibió una plaqueta de parte de la dirigencia y el beso más sincero de su hija Guadalupe.

"Que de la mano/de Licha López/todos las vuelta vamos a dar", bajó desde los cuatro costados segundos antes del inicio del juego.