Luego de más de cinco horas de reunión con los representantes del Gobierno y de las cámaras empresariales del sector, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció que a partir de la primera hora del viernes se levantará el paro de colectivos y extenderán las negociaciones hasta el 25 de abril, fecha en la cual podría haber un nuevo cese de actividades si no se llega a un acuerdo.

En la mayoría de las líneas, los choferes iniciaron una retención de tareas. Se trata de una medida de fuerza que promueve la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en aquellas empresas que no les depositaron aún todo el sueldo que les corresponde a los choferes, que tiene un básico de $ 987.000.
El conflicto se generó a partir de una suma no remunerativa que las compañías otorgaron en enero y febrero y que el gremio reclama que se incorpore de forma definitiva al sueldo básico pero las firmas aseguran que no pueden hacer frente a ese incremento si el Gobierno no actualiza los subsidios o autoriza una suba del boleto.

En este contexto, todas las partes se reunieron en la Secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero, mientras entró en vigencia un paro que afectó a casi todas las líneas de colectivo que circulan por el AMBA, excepto a unas 70 que no se adhirieron a la medida.

El encuentro comenzó pasadas las 14:00 -dos horas más tarde de lo previsto- y finalizó poco después de las 19:00, cuando se acordó suspender el cese de actividades y continuar las negociaciones hasta el próximo 25 de abril.

Participaron de esa reunión funcionarios nacionales y representantes de la UTA y de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), de la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA), de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), de la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA) y de la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA).

En su comunicado, el sindicato sostuvo que la Secretaría de Trabajo homologó el acuerdo que se firmó el 2 de febrero pasado, el cual estableció un salario mínimo de 737.000 pesos y una cifra no remunerativa de otros 250.000, que se iba a incorporar al básico al mes siguiente al de su pago.