El presidente brasileño arribó minutos después de las 12:30 y se retiró 50 minutos después. Luego, la expresidenta hizo un largo posteo en redes
El presidente de Brasil,
Lula da Silva, visitó a la exmandataria Cristina Kirchner en su departamento en Constitución, durante una hora, y fue el primer líder político extranjero en verla durante el cumplimiento de su prisión domiciliaria por la causa Vialidad.
La visita generó tensión con la Casa Rosada y se dio en medio de la estrategia del mandatario brasileño rumbo a las elecciones de 2026.
Desde la Casa Rosada siguieron de cerca la decisión de Lula de visitar o no a Cristina Kirchner.
Luego al expresidenta contó en un largo posteo el clima de la visita de Lula: “Su visita fue mucho más que un gesto personal, fue un acto político de solidaridad”, sostuvo. Desde sus redes sociales, manifestó que, tanto como a ella, a Lula le hicieron “lawfare”, lo llevaron preso e “intentaron callarlo”, sin embargo, “no pudieron” y “volvió con el voto del pueblo brasileño”.
“Hoy recibimos al compañero Lula en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”, indicó.
Por otra parte, sostuvo que “los ojos del mundo” están viendo como la Argentina “vive una auténtica deriva autoritaria” llevada adelantepor el Gobierno del presidente Javier Milei y que se puede identificar como “terrorismo de Estado de baja intensidad”.
En la misma línea, hizo mención sobre el accionar de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, en la implicancia que tuvo sobre la detención de las mujeres involucradas en el escrache que se llevó a cabo en la casa del diputado de La Libertad Avanza (LLA) José Luis Espert: “Todas ellas mujeres, jóvenes y militantes. Lo hizo a pedido de Espert, para quien sus opositores solo merecen cárcel o bala", agregó.
“Nos costó demasiado construir LA DEMOCRACIA ARGENTINA como para permitir que ahora, paso a paso, la desmantelen. Sin embargo, esa misma democracia hoy está siendo vaciada desde adentro por un Gobierno que se dice ‘libertario’, pero que solo le da libertad a los más ricos. Lo podemos ver cotidianamente en las violaciones a la libertad de prensa”, expresó.
Para finalizar, remarcó que “están convirtiendo al país en un experimento continental”, y comparó la realidad argentina con la vivida por Chile cuando el ex presidente Augusto Pinochet hizo que su país fuera el laboratorio de los Chicago Boys: “Hoy quieren que nuestro país sea el banco de pruebas de Milei y los Caputo Boys con salarios de hambre, privatización total, entrega absoluta al fondo monetario internacional”, señaló.
“No les va a salir bien. Y saben que si el pueblo habla, si se organiza, si se defiende, no van a poder. igual que los cientos de miles que el pasado 18 de junio se movilizaron a Plaza de Mayo. Eran demasiados para ser amedrentados y, también, los argentinos somos demasiados para que nos tengan solos, asustados y vigilados. Porque tenemos algo que ellos jamás van a tener: un nosotros. Este nosotros, siempre vuelve. Lula lo demostró en Brasil y nosotros también lo haremos”, concluyó la ex presidenta de la Nación.