El Gobierno introducirá una importante reforma en el impuesto a los Bienes Personales, que incluye un incremento en el mínimo no imponible del tributo.

La medida implicará un beneficio para sectores de la clase media que hoy abonan el tributo y la introducción de una escala progresiva para aquellas personas que tengan mayores manifestaciones de riqueza.

Con la reforma, el mínimo no imponible del tributo pasará de los actuales 102.300 pesos a 300.000 pesos.

Así dejarían directamente de abonar el tributo cerca de unos 300.000 contribuyentes de clase media y otros tantos comenzarían a abonar menos en concepto del impuesto. Los beneficiarios serán un total de alrededor de 600.000 personas.

Clarín confirmó que el anuncio se hará a la brevedad y que las modificaciones estarán contenidas en un proyecto de ley que será enviado al Parlamento. Los cambios fueron evaluados y aprobados por el presidente Néstor Kirchner; el secretario Legal, Carlos Zaninni, y los ministros Alberto Fernández y Miguel Peirano.

El proyecto tiene unas 20 carillas y anexos. Sus puntos centrales son:

Aumenta el mínimo no imponible a $ 300.000. Desde su creación hace 12 años está en los 102.300 pesos.

La actualización hará que dejarán de abonar el tributo unas 300.000 personas de clase media que tienen patrimonios por debajo de $ 300.000.

La fecha de vigencia de las modificaciones sería retroactiva al 1º de enero. De ratificar la propuesta el Congreso, la AFIP tendría que devolver dinero a los contribuyentes que pagaron ya adelantos por el impuesto a los Bienes Personales.

La tasa del impuesto se mantiene en 0,5 punto para personas que tengan bienes entre los 300.000 y los 750.000 pesos.

Pero se incrementa para mayores manifestaciones de riqueza. Será del 0,75 para los contribuyentes que tengan entre 750.000 y los 2 millones de pesos.

Por otra parte se establece una tasa del 1% para los que posean entre 2 y 5 millones de pesos. Y el impuesto asciende al 1,25% para contribuyentes que tengan patrimonios por encima de los 5 millones de pesos.

Se calcula que la reducción de ingresos a la AFIP por las 600.000 personas beneficiadas (300.000 que ya no pagarán, otras tantas que pagarán menos), se compensará con el mayor ingreso por aquellos que tendrán que pagar más tributo.

Alrededor de 45.000 personas, serán las que pagarán más impuesto.

Las modificaciones tienen un fuerte contenido político. En la Casa Rosada se destaca que la medida tiene la "dirección inversa" al aumento del ABL que impulsa el Gobierno porteño. También constituye una de las últimas medidas de política económica antes de las elecciones. Y se encuadra dentro de la intención de la Casa Rosada de redistribuir fondos, para alentar el consumo (ver antecedentes), como la reducción del impuesto a las Ganancias o la suba del salario mínimo impulsadas ya por el Ejecutivo.

La reforma establece varias correcciones al tributo que implementó el ex ministro Domingo Cavallo y en especial actualiza el mínimo no imponible que estaba fijo desde la creación del tributo en 1995.

Esto había generado grandes distorsiones: ante la falta de actualización de los importes, importantes sectores de clase media están obligados a abonar el tributo, cuando en realidad no tienen manifestaciones de riqueza.

Hoy una persona que tenga una casa y un auto tiene un patrimonio superior a los 102.300 pesos, equivalentes a US$ 30.000, y tiene que pagar el impuesto.

Asi se distorsionó la idea inicial: de que este tributo lo paguen sólo los sectores de amplio poder adquisitivo. Además fracasó la tarea de la AFIP y la mayoría de las personas con riqueza elude su pago.

Por eso el tributo sólo lo pagan unos 640.000 contribuyentes, de los cuales sólo 40.000 tendrían un fuerte e importante patrimonio.