Al cumplir el gobierno de Cristina cien días, Kirchner concentra su
protagonismo político en la reorganización del PJ. La semana pasada volvió a
recibir en Puerto Madero a los intendentes justicialistas más importantes,
encabezados por los del Gran Buenos Aires.

Cada vez más, el nuevo peronismo
del ex presidente es una combinación de retorno al tradicional y
convalidación de su visión territorial de la política, organizada en función
de los gobernadores y los jefes comunales. El intento de los llamados
radicales K de tomar la conducción partidaria, hoy en manos de los
seguidores de Alfonsín, como Gerardo Morales, hoy no es un objetivo
prioritario para el kirchnerismo.

El Congreso convalidará en pocos días los
Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) firmados en el gobierno anterior,
siendo Kirchner el Presidente argentino que ha hecho mayor uso de este
recurso de excepción. Pero la crisis política que se ha desatado en Santa
Cruz, muestra que en un país como la Argentina, no siempre pueden tener todo
bajo control. El actual gobernador (Peralta), elegido por Kirchner para
gobernar la provincia tras sucesivas crisis, se está enfrentando con el ex
presidente por la misma causa que lo hizo Sergio Acevedo: la repatriación de
los discutidos fondos de la provincia depositados en Suiza.

2. Cristina por su parte, busca mayor protagonismo pero no logra definir un
perfil propio. Aparece un poco más en los medios y sin la compañía del ex
Presidente, como lo hizo dos semanas atrás, al asistir al 20 aniversario del
sindicato de camioneros junto con el ex presidente. Sus discursos en la
apertura de las sesiones ordinarias del Congreso y en la Cumbre del Grupo de
Río, buscaron potenciar su capacidad como oradora. Pero lo hace sin un
contenido político propio. En todas las áreas se mantiene y potencia la
impronta de Kirchner. Ello se hace evidente en la pugna de funcionarios en
el área económica. El Secretario de Comercio (Moreno), logra imponerse a un
funcionario superior como es el Ministro de Economía (Lousteau) y lo mismo
sucede entre el Director de Aduanas (Echegaray) y el titular de la AFIP
(Abad), porque los dos funcionarios de menor jerarquía, tienen el apoyo
político del ex presidente.

3. La oposición, ha logrado generar el primer gesto de unidad al criticar el
proyecto de reforma política que impulsa el gobierno. Las cuatro fuerzas
políticas más importantes no peronistas, PS, UCR, PRO y Coalición Cívica,
plantearon un cuestionamiento en conjunto al proyecto oficial. Ello se
produce después que el PS una semana atrás ratificó el acuerdo electoral con
la Coalición de Elisa Carrió, quien tras ser ratificada como titular de su
agrupación política, intenta un acercamiento a sectores disidentes del PJ.
Dentro de este partido, la disidencia más importante es la representada por
el Gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa, quien fue la cuarta fuerza
en la última elección. Pese a este buen resultado, no ha logrado aglutinar
suficientes fuerzas para presentarse a las elecciones internas del PJ, la
que por otra parte Kirchner ha decidido eludir.

4. El conflicto surgido con el agro por el aumento de las retenciones, ha
generado la reacción política del sector, más importante de las últimos
años. Las cuatro entidades que representan al sector (SRA, CRA, CONINAGRO Y
FAA), que tienen posturas ideológicas muy diferentes, convergen en una
acción conjunta contra el reciente aumento de las retenciones. Los pequeños
productores se muestran más combativos. No sólo están realizando el paro,
sino también cortes de ruta, al estilo de los piqueteros, sindicalistas y
ambientalistas. El gobierno, paradójicamente, busca el diálogo con el sector
más tradicional, la SRA, la que no ve con simpatía este tipo de expresión de
protesta, mientras que Hugo Moyano califica de golpista a la actitud del
agro. Mientras el agro ha respondido con inusual contundencia, la inflación
se proyecta cada vez más como el mayor riesgo político del área económica.
Las cifras que trascienden de la primera quincena de marzo, comienzan a
proyectar una inflación del 25% real, por el incremento de los alimentos.
Ello complica ya la estrategia oficial para contener el alza salarial. Dos
gremios importantes, como UOM y SMATA se están negando a aceptar la pauta
oficial, aunque sólo sea formalmente, como lo han hecho la mayoría de los
gremios, aceptando 19,5%, pero obteniendo incrementos reales por encima de
este porcenaje.

5. En la política exterior, Cristina no introduce ningún cambio, aunque hay
más desorden en su ejecución. En la renuncia del Vicecanciller y del Jefe de
Protocolo de la Cancillería, convergen las investigaciones por las
irregularidades en las franquicias para autos de diplomáticas, como el mal
manejo de temas con la visita del Presidente de Guinea Ecuatorial. Pero
políticamente, se sigue sin un rumbo claro. Frente a la crisis andina, la
posición argentina sigue siendo condenar la violación colombiana de la
soberanía ecuatoriana, pero sin cuestionar simultáneamente la acción
terrorista de las FARC. La visita de Condoleezza Rice a Brasil y Chile, sin
pasar por Argentina, ha confirmado una vez más que la relación bilateral
entre Washington y Buenos Aires,- como sucede con todos los países del G7,-
durante el kirchnerismo (2003-2008) no ha sido buena. La suspensión de la
visita de Kirchner a los EEUU, muestra que no hay claridad en la política
para mejorar esta relación. Con la Iglesia, la tensión continúa y Cristina
ha decidido que la Iglesia no participe en diciembre en la conmemoración de
los 30 años de la Mediación Papal que evitó la guerra por el Beagle, a la
cual podía venir el Papa.

6. En conclusión:

a) En los primeros cien días de gobierno de Cristina, Kirchner ha
utilizado la reorganización del PJ, para evidenciar que sigue ejerciendo el
poder.

b) Con los discursos ante el Congreso y en la Cumbre del Grupo de Río,
Cristina buscó recuperar presencia, pero sin una agenda o perfil político
propio.

c) La oposición dio su primer gesto de unidad, al oponerse en conjunto
al proyecto de reforma política del oficialismo.

d) La protesta del agro es la mayor de los últimos años, pero el aumento
de la inflación es la mayor amenaza política para el gobierno, proveniente
de la economía.

e) En la política exterior, no hay cambio de orientación, pero sigue el
marcado desorden en su ejecución, siendo la oscilación entre Brasil y
Venezuela, la única constante relevante.