La noche de Ferro en que Charly García hizo historia del rock
Intenso año para Charly. Editó su primer álbum solista. Una puesta inolvidable. Llegada en Cadillac y bombardeo en Caballito. 40 años de un hito
26 de diciembre de 2022
Era 1982 y Serú Girán se estaba separando y a Charly García le había llegado el momento de encarar su carrera en solitario. Esa que muchos destacan por sobre sus bandas Sui Generis e incluso Serú.
Tumultuosa época para proyectar, para trabajar, e incluso para estar lúcido dentro de un contexto bélico.
Mientras Argentina estaba en guerra con Gran Bretaña por las Islas Malvinas, el hombre del bigote bicolor cocinó su primer álbum "oficial" dentro de su camino en solitario: el laureado Yendo de la cama al living y lo presentó con bombos y platillos el 26 de diciembre de 1982, en el estadio de Ferro Carril Oeste, en Caballito, su barrio natal.
Y fue épico. Era el primer show del rock argentino en un estadio grande, de fútbol.
Es verdad que en ese año García había dado el puntapié inicial en su proyecto solista cuando Raúl de la Torre le encargó la banda de sonido de su película Pubis Angelical, disco homónimo con 15 canciones, que se grabaron junto a Ernesto Zoca entre mayo y junio de 1982 en Hollywood Paradise Studios, de Estados Unidos.
A la vez, Yendo de la cama al living fue el gran comienzo para su etapa en solitario, con muchas canciones que había compuesto pensando en Serú.
Yendo de la cama al living no fue el único hit de un disco lleno de buenos momentos, que tuvieron grandes invitados como Luis Alberto Spinetta, Pedro Aznar, Nito Mestre y León Gieco.
Esa canciones fueron Superhéroes (con la voz de Mestre); No bombardeen Buenos Aires; Vos también estabas verde; Yo no quiero volverme tan loco (con la voz de Gieco); Canción de dos por tres (y los solos de guitarra de Luis Alberto Spinetta); Peluca telefónica (mención aparte las impecables zapadas de Spinetta/Aznar) y la magnífica Inconsciente colectivo, completaron el debut solista de García, considerado uno de los mejores de la música argentina.
El 26 de diciembre de 1982, ante 25 mil personas, acompañado por una banda integrada por Andrés Calamaro (teclados), Willy Iturri en la batería (con quien luego presentaría su próximo disco Clics modernos en vivo, junto a Pablo Guyot y Alfredo Toth), Cachorro López (bajo) y Gustavo Bazterrica (guitarra), Charly García brindó uno de los recitales más recordados del rock nacional.
Los músicos llegaron en un Cadillac rosa y antes de la presentación de García tocaron Los Abuelos de la Nada -producidos por Charly- y Suéter -a los que no les fue muy bien-.
"Luis Alberto (Spinetta) estaba entre la gente, iba a subir al escenario, pero no pudo llegar entre tantos autógrafos", contó el propio García unos días después del show. "Lo habíamos hablado antes", contó alguna vez Charly
Además de repasar cada uno de los temas que integró Yendo de la cama al living, García compartió algunas canciones de su paso por Sui Generis, Porsuigieco, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán.
Si bien fue un impecable concierto de 22 temas en total, el momento épico y más recordado de aquella noche de hace 40 años se produjo cuando sobre el final de No bombardeen Buenos Aires una lluvia de proyectiles de utilería cayó sobre la escenografía, a cargo de la artista plástica Renata Schussheim.
El concierto también fure tranmitido en vivo --ante la venta total de localidades- por Canal 9 y tuvo la conducción de Juan Alberto Badía, con entrevista incluída a Charly, en un cómodo living detrás del escenario.
Esa noche, Charly pidió que "No bombadeen, Caballito" y ese escenario explotó con una de las puestas más innovadoras del rock argentino
VIDEO - CHARLY GARCIA