El Gobierno propuso al juez Lijo y al jurista García-Mansilla para cubrir dos vacantes en la Corte
Con esas designaciones, que deberán ser aprobadas por una mayoría especial en el Senado, se completarían los cinco miembros del máximo tribunal
La Oficina del Presidente anunció el nombre de sus dos postulantes para la Corte Suprema: uno es el actual juez federal porteño Ariel Lijo, uno de los referentes en el fuero de instrucción de Comodoro Py. El otro, es el jurista Manuel García-Mansilla. El máximo tribunal está integrado actualmente por cuatro ministros, de los cinco que ordena la ley.
El Poder Ejecutivo expresó "su gratitud por la distinguida labor del doctor Maqueda y resalta su extensa trayectoria en los tres poderes del Estado Nacional y en la Provincia de Córdoba. En particular, se le agradece y reconoce su valiosa participación como Juez de la Corte Suprema de Justicia durante veinte años. Las especulaciones respecto de la postulación del juez Lijo habían crecido en las últimas horas, cuando el diario La Nación se refirió al supuesto malestar que esa posibilidad causaría entre los actuales miembros de la Corte.
Aunque Lijo mantiene una histórica relación cercana con uno de los ministros, Ricardo Lorenzetti, en el máximo tribunal jamás se pronunciaron respecto de ningún posible nuevo integrante, sea quien fuere y propuesto por cualquier gobierno.
Ahora que oficializó la información, las interpretaciones de la elección serán muchas. La primera y más evidente es que el gobierno intenta tomar la iniciativa en el campo judicial, por donde más temprano que tarde pasarán muchas de sus iniciativas y decisiones políticas y económicas.
Un paso más allá en ese mismo camino, podría intuirse un intento oficialista por "balancear" la actual mayoría estable en el máximo tribunal, con la incorporación de un nuevo ministro más afín a quien hoy está allí en franca minoría: Ricardo Lorenzetti.
Cuando Maqueda abandone la Corte, y si Lijo se suma a ella, el eje que actualmente componen los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Maqueda se vería menguado, frente a un posible frente compuesto por Lorenzetti y Lijo. Siguiendo ese juego que desde luego no es tan lineal, el máximo tribunal quedaría bajo un "empate estratégico" en dos votos. El nombre y perfil del quinto candidato, entonces sería clave para el futuro de la Corte y también del gobierno de Javier Milei. El elegido para ese quinto escritorio es Manuel García-Mansilla, "un prestigioso académico con una sólida formación en derecho constitucional y se desempeña como Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral".
El postulante es miembro del Instituto de Política Constitucional de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Con una visión liberal conservadora del derecho, en 2018 manifestó su oposición al entonces proyecto de despenalización del aborto, en coincidencia con lo que habitualmente sostiene Javier Milei.
El anuncio de los candidatos a ocupar los despachos vacíos en el cuarto piso del palacio de Tribunales lleva las miradas a unas pocas cuadras de allí, a las mullidas alfombras del Senado de la Nación. La Camara alta deberá aprobar con los votos de dos tercios de sus integrantes a cualquier candidato propuesto tanto para la Corte como para la Procuración General de la Nación: una cima política tan alta que el gobierno de Alberto Fernandez ni siquiera intentó conquistarla durante sus cuatro años.
¿Estarían ahora las condiciones para reunir esa mayoría especial? La respuesta es negativa sin contar con la bendición de kirchnerismo: Cristina montó en el Senado su línea Maginot de legisladores especialmente fieles a ella justamente para operar sobre eventualidades como esta.
La exvicepresidente intentó por todos los medios -incluido el mentado juicio político- intervenir en la integración y dirección del máximo tribunal, que tendrá la última palabra en sus múltiples y radiactivas causas por corrupción en su contra. Sin ir más lejos, luego de una previsible confirmación de la sentencia en el caso Vialidad -por la que Cristina debería cumplir una pena de seis años de cárcel, que aún puede ser agravada- ese caso llegará a la Corte en algún momento de este mismo año.
Respecto del doctor García-Mansilla la discusión no tiene apuro, porque la vacante que ocuparía recién se haría efectiva el último día hábil de este año: Maqueda cumple los 75 años el 29 de diciembre.