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Por Carlos Nasif
El campo amplía sus horizontes
2 de noviembre de 2006
Al campo se le suele achacar que se encierra en sus propios temas y que le cuesta atender otras problemáticas que forman parte de las comunidades. La producción, por sí sola, tiene sus complicaciones y vaivenes que la hace sumamente volátil a pequeños factores que influyen en su desarrollo.
Sólo por citar la realidad del sector agropecuario, el trigo, el gasoil, la sequía, las exportaciones y la relación con el Gobierno ya son algunos temas inevitables para el agro en estos tiempos en que se debate el papel del sindicalismo, las elecciones del año próximo o la inseguridad que nos acecha.
Sin embargo desde el campo están llegando nuevas señales que reflejan un cambio de actitud y que se fue incrementando con la llegada de este nuevo siglo.
En el campo ahora no se discute sólo si el precio de los granos va a aumentar o si la hacienda está gorda, también se debate cuál debe ser el rumbo de la educación, el papel de la mujer en el trabajo o cómo aportar al desarrollo desde lo rural.
Sólo estas tres temáticas, totalmente alejadas de la producción, pero muy cerca de lo productivo, fueron analizadas en tres regiones diferentes del país por la gente del campo.
La reflexión que ahora plantean dirigentes, empresarios o representantes del agro es que hay factores externos a la producción, los llamados tranqueras afuera, que están flaqueando y desde el campo se puede aportar para mejorar la situación.
En Bahía Blanca, los integrantes de la Cadena Agroindustrial analizaron la influencia de la educación en la comunidad, factores como el alcance a los distintos estratos de la sociedad y cómo afecta esto en la búsqueda de oportunidades.
Pero la educación no ha sido una prioridad sólo para esta joven agrupación, que aglutina a 40 entidades de la cadena productiva. También una asociación eminentemente técnica como AACREA ha destinado un congreso para analizarla a fondo, todos convencidos de la disparidad actual en ese ámbito de la capacitación.
Por otro lado hay un creciente avance de la mujer en las tareas rurales. En Necochea esto fue tratado por la red de mujeres del gremio de los trabajadores rurales, UATRE, que buscan su lugar en un entorno que tradicionalmente estuvo más dirigido a la mano de obra del hombre.
En Necochea, zona de influencia del líder de los trabajadores rurales, Gerónimo Benegas, unas 200 mujeres debatieron sobre el rol que cumplen en el ámbito rural, la igualdad de condiciones con los hombres y el futuro que les depara dentro del sector.
Son hilos que hilvanan temas que, quizás, hasta hace una década no formaban parte de la agenda del campo y que hoy ocupan un espacio preferencial en la discusión por el futuro del campo.
Justamente el futuro del campo está ligado al desarrollo y este fue el eje de discusión de Confederaciones Rurales Argentinas en Mendoza, donde se puso sobre el tapete la construcción del crecimiento. CRA propuso desarrollarse a partir de lo local para llegar a un bienestar general y esto quedó demostrado en lo teórico y en lo práctico, con especialistas que plantearon sus conceptos sobre cómo desarrollarse y los testimonios de personas que pusieron en práctica ideas de crecimiento en comunidades.
La educación, el rol de la mujer o el desarrollo local son algunos de los nuevos vocablos que se mezclan con la jerga típica del campo y que nutren de nuevas ideas para fortalecer el concepto de país agroindustrial con el que se lo identifica a la Argentina en todo el mundo.
En el campo ahora aspiran que desde adentro también se refuerce esa idea y se sume a los grandes debates de los temas nacionales a los líderes del agro.
Sólo por citar la realidad del sector agropecuario, el trigo, el gasoil, la sequía, las exportaciones y la relación con el Gobierno ya son algunos temas inevitables para el agro en estos tiempos en que se debate el papel del sindicalismo, las elecciones del año próximo o la inseguridad que nos acecha.
Sin embargo desde el campo están llegando nuevas señales que reflejan un cambio de actitud y que se fue incrementando con la llegada de este nuevo siglo.
En el campo ahora no se discute sólo si el precio de los granos va a aumentar o si la hacienda está gorda, también se debate cuál debe ser el rumbo de la educación, el papel de la mujer en el trabajo o cómo aportar al desarrollo desde lo rural.
Sólo estas tres temáticas, totalmente alejadas de la producción, pero muy cerca de lo productivo, fueron analizadas en tres regiones diferentes del país por la gente del campo.
La reflexión que ahora plantean dirigentes, empresarios o representantes del agro es que hay factores externos a la producción, los llamados tranqueras afuera, que están flaqueando y desde el campo se puede aportar para mejorar la situación.
En Bahía Blanca, los integrantes de la Cadena Agroindustrial analizaron la influencia de la educación en la comunidad, factores como el alcance a los distintos estratos de la sociedad y cómo afecta esto en la búsqueda de oportunidades.
Pero la educación no ha sido una prioridad sólo para esta joven agrupación, que aglutina a 40 entidades de la cadena productiva. También una asociación eminentemente técnica como AACREA ha destinado un congreso para analizarla a fondo, todos convencidos de la disparidad actual en ese ámbito de la capacitación.
Por otro lado hay un creciente avance de la mujer en las tareas rurales. En Necochea esto fue tratado por la red de mujeres del gremio de los trabajadores rurales, UATRE, que buscan su lugar en un entorno que tradicionalmente estuvo más dirigido a la mano de obra del hombre.
En Necochea, zona de influencia del líder de los trabajadores rurales, Gerónimo Benegas, unas 200 mujeres debatieron sobre el rol que cumplen en el ámbito rural, la igualdad de condiciones con los hombres y el futuro que les depara dentro del sector.
Son hilos que hilvanan temas que, quizás, hasta hace una década no formaban parte de la agenda del campo y que hoy ocupan un espacio preferencial en la discusión por el futuro del campo.
Justamente el futuro del campo está ligado al desarrollo y este fue el eje de discusión de Confederaciones Rurales Argentinas en Mendoza, donde se puso sobre el tapete la construcción del crecimiento. CRA propuso desarrollarse a partir de lo local para llegar a un bienestar general y esto quedó demostrado en lo teórico y en lo práctico, con especialistas que plantearon sus conceptos sobre cómo desarrollarse y los testimonios de personas que pusieron en práctica ideas de crecimiento en comunidades.
La educación, el rol de la mujer o el desarrollo local son algunos de los nuevos vocablos que se mezclan con la jerga típica del campo y que nutren de nuevas ideas para fortalecer el concepto de país agroindustrial con el que se lo identifica a la Argentina en todo el mundo.
En el campo ahora aspiran que desde adentro también se refuerce esa idea y se sume a los grandes debates de los temas nacionales a los líderes del agro.