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26 de abril de 2024
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Por Carlos Nasif
La ganadería cambió el eje del debate en el siglo XXI
16 de marzo de 2007
Hasta hace una década atrás y durante casi todo ese siglo XX, la ganadería tuvo como tema central de sus mayores obstáculos la sanidad de los rodeos. El control de las principales enfermedades que hacían mella en la producción e impedían el ingreso en los principales mercados mundiales desvelaban a ganaderos y funcionarios.

Gran parte de esos desafíos fue vencer la aftosa, una problemático que provocó daños económicos como pocas y que, como la mayoría de los principales problemas sanitarios de los vacunos, está controlada.

Hacía fines del siglo XX apareció El Mal de la Vaca Loca, originado en Europa, pero extendido a todos los continentes. Afortunadamente en nuestro país nunca ingresó, porque es un mal que además de afectar a la hacienda, provoca la muerte en el ser humano.

Se intenta minimizar el efecto de la brucelosis y tuberculosis, muchas veces eclipsada en sus campañas sanitarias por los embates contra la aftosa, pero que hoy se convierten en los principales enfoques para los especialistas sanitarios.

También existen otras enfermedades de menor impacto en los rodeos, como garrapatas, mosca de los cuernos o sarna. Son, en la mayoría, males regionales y se busca erradicarlos.

Pero en este siglo surgió un nuevo tema en la agenda de la ganadería y que está ocasionando tantos daños económicos como podrían hacerlo algunas de las enfermedades antes mencionadas.

La comercialización de la carne se ha vuelto el nuevo tema de debate y lejos está de resolverse. Ya no es una limitante llegar a los principales mercados del mundo por cuestiones sanitarias, sino por decisiones propias, generadas a partir del temor a que liberar ese comercio internacional provocaría una estampida en el precio interno.

Desde hace meses que el Gobierno condiciona cada envío al exterior y aún así en los últimos dos meses los cortes vacunos crecieron inexorablemente por la puja de la oferta y la demanda.

Es como la remanida historia de qué surgió primero: el huevo o la gallina. Mantener aplastados los precios de la hacienda no siempre significa tener carne a precio accesible. Se pudo durante un gran tiempo, especialmente todo el año pasado, sostener un valor ficticio de la hacienda en pie, como para evitar generar motivos para incrementar los valores en mostrador.

En el consumo local, también se cuestiona si es apropiado vender a los centros de consumos la media res. Muchas voces se alzan con la propuesta de trozarlo y distribuir los cortes de acuerdo con el consumo de cada zona. Es un cambio significativo en el coemrcio de la carne y con mucha oposición, pero eso es lo que necesita la ganadería hoy: un golpe de timón.

La ganadería tiene aún muchos temas por resolver, entre ellos cómo aumentar la producción para responder a la demanda interna y a la exportación. En seis meses se hará en Argentina el Congreso Mundial de la Carne, una muy buena oportunidad para tomar experiencias ajenas para encausar el rumbo de un sector que se niega a seguir retrocediendo y que está ávido de tener información para mejorar.