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Por José Calero
La crisis marca los tiempos políticos
15 de marzo de 2009
La crisis mundial sin precedentes y sus coletazos sobre la Argentina marcaron a fuego los tiempos políticos y fueron el principal argumento brindado por la presidenta Cristina Kirchner para adelantar las legislativas, en línea con la movida lanzada por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri.

"El mundo se hace pedazos y esos pedazos pueden caer sobre nosotros", graficó con crudeza la Presidenta, cuando justificó la decisión de adelantar las legislativas y dijo, con razón, que la Argentina no se puede dar el lujo de estar en elecciones
permanentes cuando la crisis arrecia.

El Gobierno venía advirtiendo sobre la magnitud de la crisis pero recién ahora empieza a tomar conciencia de que países emergentes como la Argentina pueden resultar más afectados de lo esperado.

La Casa Rosada buscó siempre despegar lo más posible a la Argentina de los errores cometidos por la "mano invisible" entronizada por países como Estados Unidos, y defendió su modelo de fuerte participación estatal.

La propia Cristina le dijo en la cara a los hombres fuertes de Washington que quienes necesitaban un Plan B eran los norteamericanos, porque la Argentina tenía un "Plan A" que funcionaba muy bien.

Desde aquella frase, el capitalismo especulativo de los Estados Unidos se hizo pedazos, pero arrastró en su debacle a la economía mundial y puede dejar maltrechas a las débiles economías emergentes.

Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía y defensor del modelo argentino, calificó de "mito" creer que la crisis no llegará a países como Brasil o la Argentina.

El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien sigue siendo hombre de consulta del matrimonio presidencial, hizo notar que el 96 por ciento de los países que son destino de las exportaciones argentinas ingresó en recesión.

El panorama es más complejo de lo calculado y abre un interrogante sobre la posibilidad de que la Argentina pueda ejecutar este año su ambicioso plan de obras públicas por unos 100.000 millones de pesos, clave para generar empleos.

Desde diversos centros de estudios ya empiezan a advertir que la Argentina se encamina a una recesión.

Los economistas heterodoxos Eduardo Curia y Marcelo Lascano alertaron que el país está a las puertas de una recesión, y Ricardo Delgado, de Analytica, señaló que la situación de crisis mundial provocó que "se deje de hablar de recesión para comenzar a
mencionar la depresión", y pronosticó que la Argentina tendrá este año crecimiento "nulo".

La carrera de obstáculos que afronta la economía mundial encuentra a la Argentina mejor preparada que en otras crisis, con fortaleza de reservas, un mercado cambiario controlado y, por ahora, superávit fiscal y comercial.

Pero existen escollos adicionales que pueden complicar la siempre sinuosa vida política argentina.

Las elecciones de este año encuentran al Gobierno con una economía en deterioro y una crisis que parece estar recién empezando, lo cual agita los ánimos en la Rosada.

La oposición, que continúa atomizada detrás de distintas figuras, se encaramó detrás de la protesta agropecuaria para tratar de llevar agua para su molino, con suerte dispar, como lo demostró el raleado acto del campo en Córdoba.

Esta semana, con dudosas chances, el sector agropecuario tratará de imponer en una sesión especial impulsada por la oposición, que el control de las retenciones pase del Poder Ejecutivo a una Comisión Bicameral del Congreso.

Pero, el proyecto de anticipar las elecciones que ingresará este lunes al Parlamento promete complicar esas pretensiones.

Ahora, el kirchnerismo se abocará tiempo completo a sacar esa ley antes del 28 de marzo, porque la Constitución exige que los comicios se convoquen con tres meses de anticipación.

En ese escenario, un manto de dudas cubre cualquier posibilidad de que el campo logre cumplir su objetivo, y por eso la Mesa de Enlace podría terminar de romper lanzas con un Gobierno que el 28 de junio jugará otra vez a todo o nada.