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29 de marzo de 2024
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Por José Calero
Una renuncia anunciada tras 24 días de furia
29 de enero de 2010
La renuncia de Martín Redrado al frente del Banco Central llegó 24 días después de que el jefe de Gabinete se la pidiera, y tras un duro litigio judicial y político, pero ahora no se la aceptarán, porque la presidenta Cristina Kirchner buscará dejar muy claro que fue ella quien lo "echó".

Así, la "novela del verano" -un término que le caería justo a este entuerto si no fuera por la gravedad institucional que encierra- parece no haber terminado aún.

Sólo se definiría cuando el martes próximo la Comisión Bicameral le eleve a la jefa de Estado su "consejo" reservado sobre la decisión de remover al titular del BCRA.

Como ese "consejo" no es vinculante, cualquiera sea la sugerencia de los integrantes de la Comisión -Julio Cobos, Gustavo Marconato y Alfonso Prat Gay-, la Presidenta ratificará la remoción de Redrado.

La pregunta es si Miguel Pesce continuará como titular interino del Central hasta septiembre, o el kirchnerismo apostará a un reemplazante a largo plazo, como Mario Blejer o Roberto Feletti, entre otros mencionados en su momento.

Luego de cinco años y cuatro meses de labor, la relación de Redrado con el kirchnerismo termina así de la peor manera, y el economista ya avisó que además de volver a sus tareas profesionales aquí como el exterior, sigue pensando en "servir" a
la Argentina.

De esta forma, dejó abierta la puerta para ser convocado desde alguna fuerza política -¿tal vez el peronismo disidente?- para brindar apoyo logístico a un eventual proyecto de Gobierno.

Apodado "Golden Boy" en los 90, cuando Carlos Menem lo designó presidente de la Comisión Nacional de Valores, de la cual se debió ir peleado con Domingo Cavallo, Redrado siempre fue un mimado del establishment, desde la misma creación de su
influyente, en su tiempo, Fundación Capital.

Redrado esperaba cumplir su mandato que concluía en septiembre del 2010, pero su oposición a constituir con reservas el Fondo del Bicentenario terminó de sellar su destino, que ya venía siendo observado con lupa por el ex presidente Néstor Kirchner.

El ex presidente pretende encarar una reforma de la Carta Orgánica del BCRA para poder usar reservas para financiar la producción y agilizar aún más el crédito a las pymes, a la que el economista se oponía.

La pelea cuerpo a cuerpo entre la Casa Rosada y Redrado generó un costo mayor al esperado al gobierno, y en especial al proceso de canje de deuda, que hasta podría sufrir demoras a raíz de este conflicto que se prolongó durante todo enero.

Redrado había dejado de ser presidente del Central hace rato, pero ahora otro gran litigio deberá dirimirse en tribunales, porque el gobierno denunció a Redrado por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".