Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
23 de abril de 2024
Seguinos en
Por José Calero
La disputa salarial se tensa en el año electoral
5 de marzo de 2011


La ya disparada puja salarial, que amaga tensarse en las próximas semanas y alcanzar su clímax cuando arrecie la campaña electoral, puede convertirse en una "bomba de tiempo" de imprevisibles consecuencias.

Las inconsistencias de la economía argentina, donde la inflación dibujada por el INDEC arroja 10 por ciento anual, y los precios que castigan el bolsillo de los asalariados se elevan al 30 por ciento promedio, constituyen una contradicción que más temprano que tarde puede terminar estallando.

En ese ring medirán fuerzas la CGT capitaneada por Hugo Moyano y la Unión Industrial Argentina conducida por José Ignacio de Mendiguren, quien asumirá el 30 de abril próximo tras haber obtenido la venia del Grupo Techint.

En la misma sintonía que Hugo Moyano, el secretario gremial de la CGT, Omar Viviani, ya adelantó que el reclamo de aumento "rondará entre el 26 y 28 por ciento".

Cuando Viviani habla, es como si lo hiciera Moyano, ya que ambos tienen un alineamiento sin fisuras, y al fin de cuentas pertenecen al mismo rubro del transporte (camioneros uno, taxistas
el otro).

Para no herir susceptibilidades en el gobierno, Viviani también abogó la ingenua "teoría" de que "un poco de inflación no le hace mal a una economía que crece y se desarrolla". Como si una escalada de precios del 30 por ciento fuera "un poco de inflación".

Del otro lado, el campo empresario se prepara para una disputa de largo aliento, preocupado por el rol que jugará la presidenta Cristina Fernández, quien a pesar de haber recomendado a la gente "no hacerse los rulos" para la "fiesta" de su candidatura, probablemente el 25 de mayo próximo anuncie que va por la reelección.

La fecha es muy cara al sentimiento kirchnerista, porque fue ese el día, hace ocho años, en que Néstor Kirchner asumió la presidencia del país.

Desde el campo privado, el titular de la COPAL y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, admitió que "la preocupación central" de los empresarios es que "hay una escalada de pedidos salariales que tienen que ver muy poco con la realidad, lo que implica generar inflación pura".

El tema es motivo de preocupación entre los referentes empresarios nucleados en el Grupo de los 6.

El banquero Jorge Brito, a quien no se le puede endilgar encono alguno contra el gobierno, se sumó a las críticas al INDEC con un concepto duro: "Los argentinos dejamos de creer en el Indec", dijo tras una reunión mantenida el jueves con el gobernador de Tucumán, José Alperovich.

Igual, el banquero le intentó bajar el tono al alza de precios, al señalar que "no es un tema que me desvele y creo que no tiene que desvelar a nadie. En un país como Argentina, donde se ha crecido en los últimos años, es razonable que tengamos esta tensión de precios".

Pero hay un problema que los empresarios por ahora no quieren abordar, y en el que la CGT no se va a meter, pero que sería el causante de fondo de la inflación: la disparada de precios va de la mano del significativo aumento del gasto público y de una emisión monetaria que hace meses comenzó a alcanzar niveles desaconsejables.

Como ejemplo, Brasil crece al mismo que la Argentina y sin embargo tiene una inflación cinco veces menor. El economista ultraliberal José Luis Espert advirtió que la acelerada inflación es responsabilidad de las políticas oficiales.

"Argentina es uno de los países con más inflación en el mundo", alertó el economista, a quien en el 2004 el fallecido Néstor Kirchner acusó de participar de un complot contra la Argentina. El guante deberá ser recogido por De Mendiguren en su condición de titular de la UIA.

El diagnóstico del industrial textil coincide con el gobierno en que no se debe enfriar la economía y hay que cuidar el mercado interno, pero considera que se debe poner más ahínco en alentar la oferta y el crédito para el sector productivo.

De Mendiguren pondera el actual crecimiento económico, pero cree que la Argentina está desaprovechando las excelentes condiciones internacionales para establecer un proceso de desarrollo económico sostenido.

El nuevo líder fabril quiere impulsar desde la UIA un plan que le dé prioridad al aumento sostenido de la inversión productiva, como eje del motor económico y la distribución del ingreso.

"Para combatir la inflación no hay que enfriar la economía, sino calentar la inversión y el desarrollo". Será la receta que buscará instalar desde la cúpula de la central fabril, a la que llega por segunda vez en su vida.

Su primera gestión resultó trunca ya que, a principios del 2002, asumió como ministro de la Producción de Eduardo Duhalde, luego de que el país ingresara en una crisis fenomenal en el 2001.

Nunca pudo sacarse de encima el estigma de que fue el "autor intelectual" de la devaluación y posterior pesificación asimétrica diseñada por Duhalde.