El ministro de Economía, Amado Boudou, es el hombre preferido por la presidenta Cristina Fernández como candidato a jefe de Gobierno porteño del oficialismo, con vistas a las elecciones que se celebrarán en la Ciudad el 10 de julio próximo.

Los otros dos precandidatos, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el senador Daniel Filmus, jugarán un rol de partenaires en la disputa previa, pero al final el oficialismo se encolumnará detrás de "Amado".

Por ello, el jefe de Economía viene elevando su perfil en las últimas semanas y ya piensa en cómo acelerar un acuerdo con el Club de París que, considera, no sólo le permitirá a la Argentina anunciar la salida oficial del default casi diez años después de haberlo declarado, sino que le permitirá dar un empujón decisivo a
su postulación porteña.

Será una tarea "ardua", como el propio Boudou declaró, porque se debe negociar con 16 países y el principal acreedor, Alemania, no se olvida de lo mal que la pasaron los bonistas de su país por el default de la Argentina.

El funcionario, que junto a un equipo de economistas heterodoxos acaba de lanzar "La Gran Makro", está confiado en que puede ganar en la casi segura segunda vuelta que deberá hacerse en territorio porteño, y que Mauricio Macri fijó para el 31 de julio.

En la Casa Rosada existe cada vez más sorpresa y hasta cierta envidia por la relación privilegiada que Boudou mantiene con la Presidenta, y por las prolongadas tertulias que comparten en Olivos para diseñar lo que, imaginan, será el gran batacazo electoral que terminará de sellar la reelección de la Jefa de Estado el 23 de octubre.

Hay convencimiento en el oficialismo de que Boudou es el hombre indicado para arrebatarle a la oposición la Ciudad de Buenos Aires, un distrito históricamente esquivo al justicialismo.

En la semana, y acompañado por la plana mayor del Ministerio de Economía, el funcionario formado en la liberal Universidad CEMA y ex militante de UPAU, la rama universitaria de la UCeDé, concretó la presentación en sociedad de su agrupación integrada por jóvenes justicialistas, funcionarios y alumnos de Ciencias Económicas,
todos para apoyar su precandidatura porteña.

Boudou viene mostrando cintura política por encima de la media de los ministros de Economía, y se nota su pasado al frente de la ANSeS, donde supo aprovechar el cargo para tener llegada a los jubilados pero también para negociar con una gran caja en mano la relación con distintos protagonistas de la vida política nacional.

Cuando llegó al Palacio de Hacienda, muchos agoreros en el Gabinete le daban poco tiempo de vida al lado de un tiburón todo terreno como el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien se había devorado ya a varios ministros de Economía.

Lejos de complicarse, Boudou selló una alianza estratégica con Moreno y se los suele ver juntos en cuanto acto político se realiza.

La larga lista de apoyos que suma Boudou incluye a empresarios de primera línea, las cámaras enroladas en los sectores "sensibles" y numerosos centros de jubilados, pero también organizaciones sociales convertidas en movimientos políticos, como Madres de Plaza de Mayo, y sectores sobre los cuales mantiene influencia la ex ministra Felisa Miceli, pero sobre todo su marido, Ricardo "Pacha" Velasco, entre otros.

Las Madres somos felices, porque nuestros hijos son Amado (Boudou), Felisa (Miceli), los sentimos nuestros", sorprendió en los últimos días la titular de Madres, Hebe de Bonafini, una mujer poco acostumbrada a lanzar elogios, y menos en público.

Boudou recibió también un fuerte apoyo esta semana de parte de su segundo, Roberto Feletti, un economista heterodoxo formado al calor del Frepaso que presidió el Banco Ciudad y fue vice del Nación.

"Hacía mucho que un ministro de Economía no podía caminar solo por la calle", fue el centro que le tiró Feletti durante el acto, en alusión a que para el lanzamiento de La Gran Makro Boudou caminó desde la sede del Palacio de Hacienda, cruzando la Plaza de Mayo, hasta el Banco Provincia ubicado en San Martín y Bartolomé Mitre.

Entre el equipo que sustenta técnicamente al ministro se anotan el propio Feletti, el ascendente secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa; y el subsecretario de Coordinación Económica, Alejandro Robba, mentor
de La Gran Makro.

Esta nueva usina económica mantiene vínculos con los sectores más movilizados del kirchnerismo, y en especial con La Cámpora, la agrupación primero orientada por Máximo Kirchner pero donde ahora talla fuerte Andrés "El cuervo" Larroque, el joven dirigente que, junto al actual secretario de Comunicaciones, Juan Manuel Abal
Medina, más cerca estuvo de Néstor Kirchner hasta su muerte.

Una postal ilustró el lanzamiento de La Gran Makro: cuando concluyó el acto, muchos corrieron a tomarse fotos con el ministro de Economía.

Seductor por naturaleza, y con pinta para conquistar los corazones femeninos, el ministro -casado en 1993 pero divorciado desde 1998- parece estar dispuesto a "enamorar" a lo más alto del poder y confía en poder entregarle la Ciudad a la Presidenta como regalo anticipado de su posible reelección.