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26 de abril de 2024
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Por José Calero
El Gobierno sinceró en parte la inflación y da pelea
Kicillof no sólo rechaza que la Argentina haya entrado en recesión, sino que parece dispuesto a dar batalla para que el país atraviese el 2015 en terreno positivo, teniendo en cuenta que será un año electoral
18 de enero de 2015
El mundo volvió a dar una señal refractaria hacia el intervencionismo cada vez mayor aplicado por la Argentina a su sistema económico, mientras el gobierno parece inclinarse a ajustar algunas variables internas con el fin de atenuar un segundo año recesivo vaticinado por el Banco Mundial. Convencido de que no llegarán buenas noticias desde afuera, y mucho menos inversiones directas, el ministro de Economía, Axel Kicillof, parece decidido a concentrar esfuerzos en encaminar variables clave como producción y consumo, y dejar que los problemas internacionales decanten por sí solos.

El ministro sinceró en forma parcial la inflación, al reconocer un alza de casi 24% para 2014, lo cual generará presiones renovadas sobre los acuerdos salariales que vienen.

En el mercado hay consenso en que las estadísticas del INDEC continúan manipuladas, pero se toma como gesto de racionalidad la decisión de reconocer parte de la escalada de precios para comenzar a sincerar el escenario y aplicar nuevas estrategias para mantener más a raya los precios.

"Precios cuidados" ha sido hasta ahora la estrategia elegida, pero con esa herramienta no alcanza para frenar la presión inflacionaria.

El jefe de Economía no espera ayuda alguna del exterior, al contrario: es que, a la problemática planteada por la Justicia norteamericana en el litigio con los fondos buitre, se sumaron en los últimos días más malas noticias llegadas de afuera.

El Banco Mundial no sólo dijo que la Argentina termina el 2014 en recesión, sino que vaticinó que este año la contracción se repetirá, y así el país atravesará dos años consecutivos con caída en su Producto Bruto.

Kicillof no sólo rechaza que la Argentina haya entrado este año en recesión, sino que también parece dispuesto a dar pelea para que el país atraviese el 2015 en terreno positivo, teniendo en cuenta que será un año electoral y que el planeta político parece estar alineándose contra la Casa Rosada.

La segunda mala noticia económica de los pocos días que van de este año llegó desde la OMC, que falló contra la Argentina por las trabas aplicadas a las importaciones y le reclamó el levantamiento de las trabas.

Al respecto, el gobierno argentino dijo estar dispuesto a hacer valer su derecho a la administración del comercio para proteger la producción y el empleo local.

"Los países desarrollados pretenden que abramos nuestras economías mientras cierran las suyas", suele repetir Kicillof en tertulias con economistas afines al modelo. Algo de eso debe haber hablado en el encuentro que compartió con Thomas Piketty, economista de moda entre países como la Argentina, que buscan aplicar modelos críticos hacia el liberalismo económico.

En la hipótesis de su libro "Capital", el llamado "Marx del siglo XXI" analiza la distribución del ingreso de los últimos 200 años y llega a la conclusión de que el capitalismo sirvió para agigantar la brecha entre ricos y pobres.

Algo de eso piensa Kicillof, quien cuestiona el capitalismo financiero y considera que ha hecho un daño descomunal a las economías emergentes.

La estrategia que parece dispuesta a aplicar la administración de Cristina Fernández ante el fallo de la OMC es simplemente dejar que pase el tiempo, así como los hizo con los fondos buitre.

"Es muy difícil que haya sanciones en lo inmediato, por lo que creemos que el gobierno apostará a que las sanciones se diluyan a lo largo del año. Puede ser otro tema que quede para la próxima administración", analizaron cerca del sector importador.

Así, Kicillof, y también el jefe del Banco Central, Alejandro Vanoli, se conformarían con mantener a raya el mercado cambiario, algo que han logrado sólo a medias, y que el sistema financiero acerque mayores fondos al aparato productivo.

En la estrategia del equipo económico también se incluiría robustecer el auxilio para los sectores más postergados y por eso se esperan nuevos aumentos en los planes sociales para cuando la campaña electoral entre en su apogeo y se acerquen las PASO.

Tal vez lo que más ruido le haga a la política económica por estas horas sea la caída del precio del petróleo y de los commodities en general, algo que conspira contra la estructura productiva argentina.

Existe diálogo permanente entre Kicillof y el presidente de YPF, Miguel Galuccio, quien viene haciendo equilibrio con los gobernadores de provincias petroleras, muy preocupados por el escenario internacional adverso a sus intereses.

La caída del barril de crudo, que descendió a la mitad en pocos meses, es fruto de la mayor productividad alcanzada por la locomotora tecnológica de Estados Unidos para extraer petróleo de las rocas, pero también de una estrategia de política internacional que aún genera muchas dudas sobre el daño que provocará a países enfrentados con Washington y que son netos exportadores de crudo.