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28 de marzo de 2024
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Por José Calero
La reactivación no llega al consumo y complica al Gobierno
Los cálculos del Gobierno indicaban que a esta altura del año la reanimación del consumo sería un hecho y el humor social ya habría comenzado a mejorar, en línea con las necesidades electorales. Pero con este vaticinio ocurrió lo mismo que con el famoso "segundo semestre": nunca llegó
6 de agosto de 2017
Los cálculos del Gobierno indicaban que a esta altura del año la reanimación del consumo sería un hecho y el humor social ya habría comenzado a mejorar, en línea con las necesidades electorales. Pero con este vaticinio ocurrió lo mismo que con el famoso "segundo semestre": nunca llegó.

Desde que asumió, el Gobierno se enredó en una sucesiva ronda de promesas y generó expectativas superiores a las concretadas, por no entender una regla de oro: si el crecimiento no llega al bolsillo, sirve de poco y nada.

En lugar de salir a explicar el desquicio económico heredado por Cristina Fernández tras casi ocho años de errores, Mauricio Macri le perdonó la vida y creyó que con el nuevo rumbo alcanzaría para lograr el apoyo a sus políticas.

Recién ahora que el kirchnerismo intenta el retorno a partir de la candidatura a senadora de la ex presidenta en la provincia de Buenos Aires, el gobierno se acordó de la herencia: tal vez sea tarde.

Se le hace cada vez más difícil a Cambiemos pedirle paciencia a las empobrecidas barriadas bonaerenses, cuando el Gobierno favoreció de entrada a sectores como el campo y la minería, profundizó el endeudamiento y aplicó un fuerte ajuste sobre los sectores medios.

Los tarifazos dejaron exhaustos los bolsillos -sobre todo por las alzas del gas y el agua- e inundaron de una precaución extrema a los hogares que aún mantienen margen de ahorro.

La suba de tarifas y la apertura de las importaciones, sumada a la perdida de poder adquisitivo, representó un golpe demoledor para las pymes, animadoras del consumo por su capacidad de movilizar la economía.

El Gobierno también puso en alerta a los sectores medios, autorizando aumentos en las cuotas de las prepagas que están dejando afuera a miles de socios.

Un dato duro: la principal prepaga del país estaría atravesando un éxodo de asociados como no se veía desde el 2001, y algunas fuentes del mercado de la salud aseguran que la pérdida de afiliados es aún mayor que la sufrida sobre el final del gobierno de Fernando de la Rúa.

Por primera vez, esa prepaga estaría teniendo muchas más bajas que altas, lo cual refleja que la gente opta por cambiar de prestadora porque no puede hacer frente a los aumentos en la cuotas.

El alza en los combustibles y la apertura de un debate sobre la edad jubilatoria suman malas noticias para un sector de la población que todavía tiene capacidad de ahorro.

La microeconomía, tal vez subestimada por los especialistas y los gurúes de las finanzas, juega un rol clave para la obtención de consensos políticos.

Quiere decir que por más que el Producto Bruto haya empezado a remontar, la utilización del asfalto sea récord o la construcción empiece a alcanzar la cresta de la ola, si los habitantes del conurbano profundo no pueden llevar el pan a la mesa, o comprarle la leche a los chicos, cualquier estrategia quedará desbaratada.

Cuánto tardará en notarse en el consumo la reactivación mostrada por sectores clave como la construcción, el mercado automotriz y el rubro inmobiliario, es la pregunta que urge al Gobierno nacional ante la inminencia de las elecciones legislativas.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había afirmado que el consumo se reactivaría a partir de mayo o junio del 2017, una vez que se cerraran las paritarias.

Incluso, arriesgó que este año la mejora del poder adquisitivo le ganará por "goleada" a la inflación.

Por ahora se está lejos de cumplir esos pronósticos, y encima el gobierno parece sabotearse, con ejemplos concretos:

- Hizo un gran esfuerzo para lanzar, por primera vez en más de una década los créditos hipotecarios en pesos a 30 años, y cuando lo logró, dejó escapar el dólar de modo tal que lo que sería una buena noticia se convertiría en un dolor de cabeza para los tomadores de préstamos a quienes se le cambiaba una variable clave en el rubro inmobiliario.

- Le dio un golpe demoledor a un elemento clave para mantener niveles aceptables de consumo, como el Ahora 12, por creer que alentando las ventas al contado los precios bajarían.

Debió rebobinar sobre la marcha, pero el daño ya estaba hecho.

Algo de razón deben tener los opositores que acusan a algunos funcionarios de tener "poca calle", mantenerse alejados de la realidad y desconocer las raíces del "ser nacional".

Este desconocimiento sobre aspectos clave del funcionamiento de la economía argentina tiene consecuencias en la pérdida de adhesiones que, según las encuestas, Cambiemos experimenta en el conurbano y los cordones industriales en los que la metalurgia, el calzado y el rubro textil siguen sin salir de una fenomenal caída de ventas.

Dujovne admite que el consumo viene "más lento de lo que nos gustaría", pero promete que se acelerará en los próximos meses.

Tal vez por eso, una estrategia secreta recorre los pasillos de la Casa Rosada, y empezó a ser transmitida entre los principales referentes del empresariado, preocupados por la posibilidad de un retorno del populismo estatista del kirchnerismo.

En reuniones reservadas, Marcos Peña, el poderoso jefe de Gabinete, le habría dicho a las principales corporaciones empresariales que las legislativas de este año se definirán en octubre, cuando la economía ya esté operando en crecimiento, también del consumo.

En lenguaje electoral, querría decir que aunque Cristina venza en las PASO en primera vuelta, el Gobierno espera revertir ese resultado adverso el 22 de octubre próximo, cuando se realice el comicio decisivo que marcará la nueva composición del Congreso.

El tiempo dirá si ese pronóstico se concreta.