Kirchner aprieta el acelerador a fondo - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de abril de 2024
Seguinos en
Por José Calero
Kirchner aprieta el acelerador a fondo
10 de marzo de 2007
Señales adversas del escenario internacional y el apretado calendario electoral parecen haber llevado al presidente Néstor Kirchner a acelerar a fondo en su idea de echar mano de todos los recursos disponibles para impedir un enfriamiento de la
economía.

El riesgo es que ante alguna curva (¿tal vez la inflación?) el gobierno quede impedido de dar un volantazo a tiempo y el panorama se complique.

Igual, una estimación realizada en Economía sobre la base de los números del costo de vida del primer bimestre indica que, a este ritmo, la inflación volverá a ubicarse este año por debajo de los dos dígitos.

Pero algunos analistas señalan que en el segundo semestre del año podría haber algún recalentamiento de precios cuando se acerque la pelea electoral de octubre.

Por ahora, la gran meta de Kirchner es mostrar un gobierno obsesionado con dos cuestiones centrales: sostener la recuperación de la economía y bajar aún más el desempleo.

Así debe leerse la resignación de 1.500 millones de pesos del Fisco para permitir que los empleados de clase media y alta tengan más plata en el bolsillo para gastar, al posibilitar que tributen menos por Ganancias.

En la misma línea juega el guiño oficial para que los gremios acuerden alzas salariales que, en promedio, rondarán el 15 por ciento este año.

El cóctel para fortalecer el bolsillo tiene una pata complementaria en el fuerte incremento del gasto público, que sólo en el primer bimestre del año duplicó las erogaciones del mismo período del 2006.

La obra pública, en especial en las provincias, tendrá un rol central este año electoral en la estrategia del gobierno destinada a sostener la temperatura de la actividad económica.

Las medidas no quedarán aquí, ya que desde la CGT confían en que a mediados de año vuelva a discutirse un incremento del salario mínimo, y hasta se especula con un aumento del 25 por ciento que lo dejaría en 1.000 pesos.

A pocas semanas de las elecciones, Kirchner también tiene previsto anunciar una medida que encierra razones de justicia y puede representar un gran golpe de efecto: un nuevo aumento para los jubilados.

Ante semejante munición gruesa, y con encuestas que lo ubican ganador en primera vuelta ante cualquier escenario de candidaturas, el kirchnerismo avanza confiado en obtener otros cuatro años en la Casa Rosada, sea "pingüino o pingüina".

Miceli, con perfil alto y más problemas

Una intensa actividad tuvo en la semana la ministra de Economía, Felisa Miceli, más tranquila luego de que el presidente Kirchner aquietó las aguas en el marco de las versiones que mencionaban al polémico Guillermo Moreno como aspirante al sillón
principal del Palacio de Hacienda.

Sin embargo, la renuncia de Lelio Mármora a la conducción del INDEC le dejó claro que haber intervenido políticamente el organismo de estadística le trajo más dolores de cabeza que satisfacciones.

La funcionaria está satisfecha porque desde la Rosada se hace trascender un respaldo sin fisuras de Kirchner a su gestión.

Igual, la decisión del flamante secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, de desplazar a Marcelo Rossi de la ahora estratégica Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), que manejará los subsidios agropecuarios, puede leerse como un avance de Moreno.

Es que el secretario de Comercio Interior había tenido una pelea a los gritos con Rossi, un técnico que estaba al frente de esa Oficina desde el 2000 y tenía buena llegada a Miceli.

Igual, la ministra buscó minimizar este cambio y prefirió concentrarse en señales contundentes que llegaron desde lo más alto del poder.

Se la vio en los últimos días a sus anchas en la Casa Rosada y dominó la mayoría de los anuncios que se hicieron desde el gobierno.

No sólo el principal, vinculado con el impuesto a las Ganancias, sino también en el auxilio político que la Nación le dio a la provincia de Buenos Aires prestándole un funcionario para ocupar el ministerio de Economía.

Miceli devolvió con creces esa confianza. "Llegué a este lugar de la mano del Presidente y cumplo con sus instrucciones", dijo la ministra.

Kirchner no olvida que Miceli aceptó asumir para reemplazar a Roberto Lavagna, el ministro más fuerte de su gobierno y candidato presidencial, quien lideró el canje de deuda y parecía intocable hasta noviembre del 2005.

Ante las dudas que generó ese cambio drástico, Miceli supo mantener las riendas de la economía, ayudada por un contexto muy favorable para la Argentina, y se mostró aguerrida para salir a responder cada dardo disparado por Lavagna, el único
contendiente que imagina el kirchnerismo de cara a los comicios de octubre.

Justamente, a Lavagna le adjudican desde el Palacio de Hacienda supuestas operaciones para esmerilar los excelentes números que arroja la marcha de la economía.

Mercados más calmos

Tras una semana de zozobras, los mercados parecen haberse estabilizado, pero las economías emergentes siguen en el centro de todas las miradas.

"No creo que estemos más cerca de un derrumbe, pero es una advertencia", dijo George Soros, el magnate que estuvo a punto de quedarse con SanCor hasta que la intervención del venezolano Hugo Chávez, con aval de Kirchner, se lo impidió.

En el gobierno tomaron nota de lo que puede representar una salida en tropel de los capitales especulativos, pero por ahora no temen más estampidas.

Igual, Kirchner continúa siguiendo al centavo la evolución de las reservas, que ya van rumbo a los 36.000 millones de dólares, y recibe a diario la planilla con las cifras de recaudación que le acerca el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, hombre de su confianza.

Esa estrecha relación se palpó en los últimos días cuando Mosse se desprendió de un hombre de confianza, Carlos Fernández, para ir en auxilio del gobernador Felipe Solá, a quien en forma imprevista le renunció el ministro de Economía.

El gobierno nacional quiso evitar quedar relacionado con una eventual intervención en las finanzas de la provincia, pero en los hechos al menos quedó en evidencia que la Nación debió acudir a apagar un incendio incipiente.