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26 de abril de 2024
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Por José Calero
Un largo camino para "sincerar" precios
5 de mayo de 2007
El gobierno parece haber tomado la decisión de iniciar un proceso gradual de "sinceramiento" de variables centrales de la economía, como los precios, con vistas a sostener el crecimiento con la llegada de más inversiones.

En esa lógica debe inscribirse el desplazamiento de hombres del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de la primera línea del Mercado Central de Buenos Aires, la aceptación de una suba de precios en la hacienda que se negocia en Liniers y la autorización que se habría dado a varias empresas de primera línea para remarcar más de 60 productos "premium".

El "operativo sinceramiento", como ya lo bautizaron en el sector privado, apunta a dar señales de que la Argentina no se suicidará con el control de precios blindado que intentó imponer Moreno y terminó espantando aún más las inversiones, como lo
reflejó esta semana un informe de la CEPAL conducida por José Luis Machinea.

La decisión, tomada al más alto nivel en la Casa Rosada, forma parte de las señales que Néstor Kirchner quiere dar al sector privado de cara a las elecciones de octubre próximo.

El mensaje es claro: habrá continuidad en el modelo económico pero se hará sintonía fina para ajustar variables que quedaron desfasadas por el descalabro que sufrió el país en el 2001.

Ese ajuste gradual ya comenzó con la "vista gorda" que empezó a hacer la Secretaría de Comercio ante las remarcaciones que se vienen produciendo en las góndolas con cada vez menos disimulo.

Las alimenticias y fabricantes de productos de limpieza encabezan los aumentos, justificados por el sector privado en el alza de insumos y en los aumentos salariales.

La regla no escrita que baja desde la Rosada es que los empresarios pueden tocar los precios de las primeras marcas orientadas al público de alto poder adquisitivo, pero en ningún caso debe haber ajustes en los productos incluidos en los acuerdos, que en general consume la gente de menores recursos.

Así, Kirchner parece decidido a aplicar su propia lógica de redistribución de la renta, que ya debería ser materia de estudio en las cátedras económicas.

Esa nueva "teoría" explicaría por qué mientras la "inflación INDEC" ronda el 10 por ciento anual, los sectores medios y altos de la población sufren ajustes de precios que más que triplican ese porcentaje, como ocurre en productos y servicios
considerados, a esta altura, "Premium".

Desde los lácteos fortificados hasta las gaseosas líderes, y desde el alquiler de videos hasta los servicios educativos privados, todos vienen sufriendo ajustes que oscilan entre el 15 y el 30 por ciento.

Las empresas echan mano de la ecuación precio/tamaño para fijar su lógica de remarcación: combinan una suba relativa del precio con un ajuste del contenido, y así los números empiezan a cerrar.

Se venía notando en el caso de los lácteos, donde aparecieron de golpe decenas de presentaciones distintas que confunden al consumidor, y fue notorio en los últimos días cuando una de las marcas líderes de gaseosas introdujo cambios de presentación en
algunos de sus envases.

El reacomodamiento gradual de las variables clave debería concluir hacia el verano del año próximo -con un nuevo gobierno (¿o el mismo?) instalado en la Rosada- con un ajuste de tarifas de servicios esenciales, como la electricidad, que por primera
vez alcanzará a los usuarios residenciales.

Salarios, con fórceps

En la carrera de precios y salarios claramente los ingresos de los trabajadores en relación de dependencia llevan, por ahora, las de perder.

Kirchner respiró aliviado luego de que los metalúrgicos acordaron con ADIMRA, la poderosa cámara del sector que logró imponer a su presidente, Juan Carlos Lascurain, al frente de la UIA, con aval del grupo Techint.

Incluso, el jueves por la noche el presidente recibió a la cúpula de la UOM y al propio Lascurain en la Casa Rosada, para felicitarlos por el esfuerzo realizado para cerrar en un aumento que, también gradualmente, será del 19 por ciento.

Pero hay otros sectores de la economía que todavía no logran cerrar la nueva pauta salarial: telefónicos, maquinistas ferroviarios, gastronómicos, curtidores, petroleros y empleados de comercio, por citar algunos casos, quedaron para el final del tira y afloje por los sueldos.

En algunos casos reclaman aumentos que rondan el 30 por ciento, y los justifican en lo bien que le está yendo al sector empresario (cuero) o en el enorme retraso salarial que sufren (gastronómicos).

Kirchner espera que en 15 días las disputas estén resueltas, y así se lo hizo saber al líder de la CGT, Hugo Moyano, quien acaba de cerrar un acuerdo con el gastronómico Luis Barrionuevo para que una "mesa chica" maneje las decisiones sustanciales de
la central obrera.

El problema es que no todos los gremios responden ciegamente al camionero, como es el caso de los maquinistas nucleados en La Fraternidad o los curtidores comandados por Walter Correa.

Interrogantes en la UIA

Este martes asumirá la nueva conducción de la UIA, una de las más "proindustrialistas" de las últimas dos décadas, encabezada por Lascurain y con ejecutivos de Techint en puestos clave.

Tal importancia le asigna Techint a la nueva conducción que decidió poner al número dos del grupo, Luis Betnaza, como vicepresidente primero de la central fabril.

Entre los industriales hay convencimiento de que llega la hora de definir una profundización sin marcha atrás del rumbo industrialista para el país.

Esa decisión debe acentuar el camino elegido por el gobierno, que incluye el estratégico tipo de cambio alto, pero sumar patas que faltan en materia de financiamiento e incentivos para destrabar inversiones.

La nueva cúpula fabril -que integrarán también Federico Nicholson (COPAL), José de Mendiguren (Indumentaria), Héctor Massuh (Papel), Miguel Acevedo (Aceiteros), Luis Ureta Sáenz Peña (Automotrices), Osvaldo Rial (UIA Provincia de Buenos
Aires), y Roberto Domenech (Avícolas)- asumirá en un momento complicado.

Es que el caso Skanska tuvo una derivación delicada cuando desde el Enargas se vinculó al holding Techint con la causa por las "facturas truchas".

Ahora Techint mandará en la UIA y la duda que surge es hasta qué punto esto puede derivar en tensiones entre la Casa Rosada y la industria.