Toda crisis encierra una oportunidad, y en medio de la vorágine enloquecida impuesta por las ventas masivas de acciones y bonos, algunos empiezan a preguntarse si la Argentina podrá sacar alguna tajada de la actual estampida financiera.

Es que si, como sostiene el gobierno, los fundamentos de la economía son tan sólidos, cuando los inversores pasen en limpio la locura de estos días, la Argentina podría convertirse en uno de los mercados emergentes hacia donde retornen con su flujo de
capitales.

Para lograrlo, la administración Kirchner deberá mostrar que se mantienen sólidas variables clave como reservas y depósitos, y bajo control indicadores como la inflación y el superávit fiscal.

El modesto rebote que mostró este jueves la Bolsa porteña en su última hora de operaciones podría inscribirse en este razonamiento optimista, aunque con los mercados nunca se sabe y la gran incertidumbre es saber hasta dónde llegarán la "crisis de las
hipotecas".

Las denominadas hipotecas "subprime" de alto riesgo representan apenas el 1 por ciento del volumen crediticio total de los Estados Unidos, y sin embargo provocaron un descalabro tal que obligaron a la Reserva Federal y a los bancos centrales europeos a inyectar cientos de miles de millones de dólares para apuntalar la liquidez.

Si las hipotecas lograron semejante debacle, los mercados se preguntan qué podría ocurrir si, en el futuro, el déficit comercial y fiscal de los Estados Unidos termina convirtiéndose en inmanejable y comienzan a producirse dudas sobre la solvencia de
la principal potencia del mundo.

Pero ese será un tema a futuro, y por ahora las mayores preocupaciones de la Argentina giran en torno a mostrarle a los operadores que no hay motivos para inquietarse demasiado.

Desde el gobierno argentino salieron a asegurar que la economía está sólida y que este cimbronazo no impactará sobre el crecimiento de la economía, que continúa por encima del 8 por ciento.

El problema es que las señales dadas en los últimos días por el gobierno no cayeron bien en los mercados, en especial el anuncio de un nuevo aumento en las jubilaciones, que reducirá el ahorro de las cuentas públicas.

Tambien persiste la preocupación porque la estadística del INDEC sigue sin ser superada desde la óptica de los dueños del dinero, y esto sigue explicando la fuerte caída de los bonos de la deuda.

La palabra crisis tiene origen chino, y significa problema y oportunidad a la vez.

Habrá que ver si la Argentina es capaz de cumplir con el mandato de la sabiduría oriental.