Un grupo de hinchas de Nacional de Montevideo irrumpieron el jueves en el entrenamiento del plantel en la ciudad de Colonia, donde se realiza la pretemporada, y amenazó a sus jugadores con armas de fuego, en momentos en que el campeonato uruguayo se encuentra todavía suspendido por distintos hechos de violencia.

Se hizo una denuncia policial en la Jefatura de Nueva Helvecia y el presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, dijo que no presentaría el equipo en la Copa Bimbo "por falta de garantías".

Tras ello, el titular del club tricolor tuvo una reunión con el jefe de policía de Montevideo, Néstor Artigas Lema, a quien le reclamó también protección para las próximas horas.

Un grupo de doce barrabravas de hinchas de Nacional ya habían estado dando vueltas, el jueves al mediodía, en las inmediaciones del hotel Hotel Days Inn, de la zona de Colonia, donde se encuentra concentrado el plantel, en vísperas de la Copa Bimbo, que se jugará este fin de semana y donde participará el equipo tricolor .

Según el diario Ultimas Noticias, ese mismo grupo de hinchas presenció el entrenamiento del equipo y luego se cruzaron con algunos jugadores a quienes les exigieron la entrega de camisetas oficiales para ser vendidas y así costear sus viajes al exterior.

Nacional será rival de River en el Grupo 3 de la Copa Libertadores junto a Universidad de San Martín de Perú, y el equipo que surja de la primera fase entre El Nacional, de Ecuador y Nacional, de Paraguay.

Como los jugadores de el Bolso se negaron a darles las camisetas, argumentando que no les habían dado todavía la ropa nueva, los hinchas se encolerizaron, aunque los futbolistas igual se subieron al micro.

Iniciado el trayecto, el trasporte fue interceptado por algunos vehículos que eran manejados por los barrabravas, quienes allí exhibieron las armas de fuego que portaban, y por ese motivo el ómnibus se detuvo en la ruta. En ese momento bajaron del micro el gerente deportivo, Daniel Enríquez, y el utilero, mientras que los jugadores, por las ventanillas trataban de calmar los ánimos, hasta que la situación se tranquilizó, tras arduas discusiones.