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18 de abril de 2024
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Por Emiliano Rodríguez
Cambiasso versus Lucho González
14 de junio de 2006
Si el entrenador José Pekerman decide el ingreso de Luis González por Esteban Cambiasso en el equipo que enfrentará el viernes a Serbia y Montenegro, en Gelsenkirchen, quiere decir que evidentemente no quedó conforme con el rendimiento que mostró la Selección en su debut en el Mundial, frente a Costa de Marfil.

A juzgar por lo ocurrido en las últimas prácticas de Argentina en Herzogenaurach, "Lucho" González tendría posibilidades de ser titular en el próximo encuentro y su misión radicaría en intentar darle un mayor volumen de juego al conjunto nacional, que demostró sus virtudes a cuentagotas ante los africanos.

El punto más flojo del equipo en la noche del estreno mundialista estuvo en la mitad de la cancha, porque Juan Román Riquelme entró poco en contacto con el balón y al "Cuchu" Cambiasso se lo notó demasiado contenido, sin animarse a desplegar su característico juego ofensivo tras la recuperación de la pelota.

"Yo soy el mismo Cambiasso de siempre. Quizá no voy a tener la misma libertad de antes, pero no he cambiado. Tengo que adaptarme a las necesidades de la Selección", garantizó el flamante campeón de la Copa de Italia con el Inter de Milán, en un reciente contacto con la prensa en el búnker argentino al norte de Nuremberg.

De todos modos, no sería extraño que Pekerman resuelva sacar del equipo a uno de sus "niños mimados" e incluir a González, para que se junte con Riquelme y entre ambos traten de abastecer más y mejor a los delanteros Hernán Crespo y Javier Saviola.

Al seleccionador nacional le gusta realizar variantes y ajustar la formación de sus equipos de acuerdo al compromiso de turno. Además, la gran mayoría de los integrantes del plantel reconoció que a la Selección le faltó vuelo frente a Costa de Marfil, más allá de que logró un triunfo harto valioso en el debut.

Mientras el conjunto de Serbia y Montenegro se ha convertido en un polvorín después de la derrota por 1 a 0 frente a Holanda, con peleas internas y acusaciones cruzadas, la atmósfera que se respira en la concentración argentina es la ideal.

Tal vez las únicas preocupaciones pasen por contener la ansiedad del juvenil Lionel Messi, que se muere de ganas de jugar, y por el intenso y pegajoso calor que está haciendo por estos días en tierras teutonas, con temperaturas que superan los 30 grados centígrados.

El encuentro del viernes empezará a las 15:00 de aquí y será duro, por el rival y por los rayos del sol que caen a fogonazos desde el cielo.