Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
29 de marzo de 2024
Seguinos en
Por Adrián Taccone
Adiós "Manu", gracias por las lágrimas
El mejor basquetbolista argentino de la historia se retiró. Con él se va gran parte de la Generación Dorada. Cambiaron el paradigma del deporte en el país. Transformaron lo que se creía una utopía, en realidad
17 de agosto de 2016
Y un día, como decía la canción de Vox Dei "...todo concluye al fin, todo termina". Las lágrimas de Emanuel "Manu" Ginóbili no son solo de él, sino también de millones de argentinos que seguirán (seguiremos) agradeciéndole a la vida el haber sido contemporáneos de este hombre, deportista y soñador que nos permitió subirse -casi de colados- a sus vivencias y explotar de felicidad.

Ginóbili cambió el paradigma del basquetbol en Argentina. Antes de él habíamos sido campeones mundiales en 1950 con el histórico Oscar Furlong, pero lo que Ginóbili y un manojo de "locos lindos" como Luis Scola, Andrés Nocioni, Carlos Delfino, por nombrar solo algunos, hicieron en el siglo XXI fue tremendamente genial.

"Manu", un bahiense que muy joven y esmirriado voló con sus sueños a Europa, continente que conquistó como si fuera un héroe de los libros de escuela, sirvió como plataforma de despegue y lanzamiento para un deporte que si se ve en lo interno, está lejos del fútbol, el tenis o el automovilismo.

Realizó acciones tremendas que aún hoy persisten en la memoria de quienes pudimos disfrutarlo, como en su momento ocurrió con Diego Maradona o en la actualidad sucede con Lionel Messi.

Cuando se habla de fútbol se habla de Maradona, cuando se refiere al automovilismo el nombre es Juan Manuel Fangio, en tenis Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, en golf Roberto De Vicenzo, en boxeo Carlos Monzón, y en básquet...Emanuel Ginóbili. Así de enorme es su figura en el deporte argentino de la historia y del mundo.

Dejó un subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002, la medalla de oro en Atenas 2004 y la de bronce en Beijing 2008. Pero también con un oro en la Diamond Ball de FIBA en Nankin 2008 y bronce en el mismo certamen en Belgrado 2004.

Además sumó cuatro medallas en campeonatos FIBA Américas en Argentina 2001 y 2011 (oro en las dos), Puerto Rico 2003 (plata) y Puerto Rico 1999 (bronce).

El nombre de Ginóbili gana magnitud al saber que a los 39 (para 40) jugará su temporada número 16 en la tremeda NBA de Estados Unidos con San Antonio Spurs, franquicia con la que ganó 4 anillos 2003, 2005, 2007, 2014 y un subcampeonato en 2013.

Tal vez lo más sobresaliente de Ginóbili sea esa humildad que irradia, la entrega que contagia y la fe ganadora que llevó a toda una generación de basquetbolista a estar peleando con élite mundial de este deporte.

"Las derrotas del dream team con Argentina generó cambios en la NBA. Mencionar el básquet argentino en cualquier lugar del mundo es asociarlo con Ginobili automáticamente", dijo Leandro Ginóbili, hermano de "Manu" y seguramente ahí radicará gran parte de este "secreto" para considerar a "Manu" como un referente en todo sentido.

Las lágrimas de Ginóbili se propagaron por toda Argentina. Pero no por la derrota ante los estadounidenses, sino por el hecho de saber que con su retiro se terminó un tiempo hermoso, en donde las utopías eran posibles y por eso también debemos decirle gracias. Así de simple.