26 de abril de 2024
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Un coloquio accidentado
Ocurrieron las cosas más bizarras. Sepa qué pasó durante el 43° encuentro anual de IDEA
10 de noviembre de 2007
Por Ana Vainman, enviada especial
Poco antes de que se habilitara el salón de exposiciones Vélez Sarsfield para la cena de clausura del 43 Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), empresarios, asistentes, promotoras y periodistas tenían su vista fija en un solo punto y al unísono como si fuera un partido de tenis giraban sus cabezas hacia arriba, abajo, al frente y hacia cada lateral. Sucedía que un murciélago se coló dentro del edificio del hotel 5 estrellas Sheraton de Mar del Plata.
El único mamífero que es capaz de realizar un vuelo verdadero gracias al batir de sus alas, según reza el Encarta, deambuló por todos los sectores del hotel provocando gritos de algunas de las damas presentes que corrían a escudarse en algún gentil caballero que daba manotazos al aire o utilizando servilletas y pañuelos intentaban espantar al volador.
La amplitud del hotel hizo que el murciélago continuara su vuelo en libertad prefiriendo el espacio más amplio del subsuelo donde se encuentra el break del Vélez Sársfield, donde tres mozos que preparaban las mesas corrieron con blancos manteles a la caza del mamífero volador.
Además, las conexiones eléctricas dieron dolores de cabeza a los concurrentes. En menos de 48 horas se cortó cinco veces la luz en la sala de periodistas del segundo piso del Sheraton de Mar del Plata.
Es que en el mismo piso funcionan el spa y el gimnasio del hotel. Así, cada vez que el sauna estaba a pleno, se generaba un nuevo corte, con las consiguientes cataratas de insultos de quienes tenían sus notas a medio escribir.
Obviamente, los periodistas dieron cuenta de este reiterado percance en los diarios del viernes, por lo que los directivos del Sheraton pusieron manos a la obra para subsanar el error y la vergüenza.
En el intento por alivianar la línea eléctrica, los operarios enchufaron y desenchufaron, trajeron y llevaron cables. Pero la explosión repentina de una impresora dio por finalizado el arreglo. Los periodistas quedamos con una impresora menos y el temor de que en cualquier momento volvieran a apagarse las máquinas.
Los mosqueteros en vano lograron su objetivo de atrapar al murciélago, incluso, recibieron la ayuda de personal de limpieza con palas y escobas que al aire batían para golpear y desvanecer al animal.
Sòlo una persona pudo hacerlo, un héroe para calmar la desesperación de gerentes del hotel y dirigentes de IDEA puesto que podría significar una mala señal.
Esa persona escudando una escoba sacudió al aire y dio de lleno, justo en el blanco, dejando inmóvil al alado.
No podía ser de otra manera que el actual presidente del 43 Coloquio de IDEA, Guillermo Murchison, fuera el héroe que se llevara los aplausos y el agradecimiento de las más bellas presentes.
Poco antes de que se habilitara el salón de exposiciones Vélez Sarsfield para la cena de clausura del 43 Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), empresarios, asistentes, promotoras y periodistas tenían su vista fija en un solo punto y al unísono como si fuera un partido de tenis giraban sus cabezas hacia arriba, abajo, al frente y hacia cada lateral. Sucedía que un murciélago se coló dentro del edificio del hotel 5 estrellas Sheraton de Mar del Plata.
El único mamífero que es capaz de realizar un vuelo verdadero gracias al batir de sus alas, según reza el Encarta, deambuló por todos los sectores del hotel provocando gritos de algunas de las damas presentes que corrían a escudarse en algún gentil caballero que daba manotazos al aire o utilizando servilletas y pañuelos intentaban espantar al volador.
La amplitud del hotel hizo que el murciélago continuara su vuelo en libertad prefiriendo el espacio más amplio del subsuelo donde se encuentra el break del Vélez Sársfield, donde tres mozos que preparaban las mesas corrieron con blancos manteles a la caza del mamífero volador.
Además, las conexiones eléctricas dieron dolores de cabeza a los concurrentes. En menos de 48 horas se cortó cinco veces la luz en la sala de periodistas del segundo piso del Sheraton de Mar del Plata.
Es que en el mismo piso funcionan el spa y el gimnasio del hotel. Así, cada vez que el sauna estaba a pleno, se generaba un nuevo corte, con las consiguientes cataratas de insultos de quienes tenían sus notas a medio escribir.
Obviamente, los periodistas dieron cuenta de este reiterado percance en los diarios del viernes, por lo que los directivos del Sheraton pusieron manos a la obra para subsanar el error y la vergüenza.
En el intento por alivianar la línea eléctrica, los operarios enchufaron y desenchufaron, trajeron y llevaron cables. Pero la explosión repentina de una impresora dio por finalizado el arreglo. Los periodistas quedamos con una impresora menos y el temor de que en cualquier momento volvieran a apagarse las máquinas.
Los mosqueteros en vano lograron su objetivo de atrapar al murciélago, incluso, recibieron la ayuda de personal de limpieza con palas y escobas que al aire batían para golpear y desvanecer al animal.
Sòlo una persona pudo hacerlo, un héroe para calmar la desesperación de gerentes del hotel y dirigentes de IDEA puesto que podría significar una mala señal.
Esa persona escudando una escoba sacudió al aire y dio de lleno, justo en el blanco, dejando inmóvil al alado.
No podía ser de otra manera que el actual presidente del 43 Coloquio de IDEA, Guillermo Murchison, fuera el héroe que se llevara los aplausos y el agradecimiento de las más bellas presentes.