Las entradas de la Copa del Mundo que se jugará en Sudáfrica 2010 costarán entre 20 dólares, la más barata en la categoría para residentes del país con bajos recursos económicos, y 900 la más cara para extranjeros.

El director ejecutivo del comité organizador, Danny Jordaan confirmó, la víspera del sorteo de la fase previa del torneo, que tendrá lugar el domingo en Durban, que habrá una categoría cuatro con localidades más baratas, que se venderán en rands, la moneda local, para los residentes sudafricanos.

Los habitantes sudafricanos pagarán el equivalente a 20 dólares por los partidos de la primera fase (con excepción del partido inaugural que les costar 70), mientras que para asistir a la final deberán desembolsar 150. Además, en octavos, cuartos y semifinales pagarán 50, 75 y 100.

"Nuestro Mundial siempre ha contado con el apoyo de los más pobres y queríamos devolverles ese reconocimiento", dijo Jordaan. "Tienen que ser residentes sudafricanos, que sean aficionados al fútbol. Queríamos dirigirnos a personas con menos medios económicos", añadió.

Esas entradas destinadas a los aficionados locales, sin el poder adquisitivo de los visitantes europeos, asiáticos o americanos, representar entre un 15 y un 20% del total de las entradas, según explicó Jerome Valcke, secretario general de la FIFA.

El precio de las otras entradas, "será equiparable al del Mundial de Alemania 2006", anunció Valcke, quien señaló que el promedio ser de 139 dólares.

Las entradas para los visitantes extranjeros oscilará entre los 80 dólares de la primera fase y 400 de la final, en la categoría 3, entre 120 y 600, en la 2, y 160 y 900 en la más cara.

Dentro de la categoría 4, destinada a los aficionados locales, habrá 120.000 localidades que irán a parar a los patrocinadores sudafricanos y serán gratuitas.

Una de los problemas a los que se tendrá que enfrentar el comité organizador es la venta de entradas en el mercado negro de esos billetes de categoría 4 que irá destinada a la población sudafricana con pocos recursos.

"Vamos a trabajar para eso. No podemos anunciar esas medidas ya que damos tres años de tiempo a quien quiera hacerlo para prepararse y evitar ser descubierto. Sólo irán a las manos de personas pobres. Si en sus zonas hay otra gente es que habrá habido algún fallo", explicó Jordaan.