18 de abril de 2024
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Cristina Kirchner le dio un fuerte respaldo al polémico Moreno
Lo sentó a su lado en una reunión con empresarios al anunciar una rebaja en el costo de la canasta navideña. Clara ratificación de la política de control de precios
1 de diciembre de 2007
En el Salón Norte de Balcarce 50, el Presidente dejó que Cristina Kirchner encabezara una multitudinaria reunión con empresarios, Moreno y el futuro ministro de Economía, Martín Lousteau.
El Gobierno buscó demostrar que ella ejerce ahora el poder. Según pudo saber LA NACION, Kirchner iba a presidir el lanzamiento del plan navideño, pero se abstuvo de asistir a último momento. Antes había recibido en su despacho a los supermercadistas, a Moreno y a la presidenta electa.
El anuncio consistió en el lanzamiento de una canasta de productos navideños sin lista única ni valores fijos, pero cuyo precio no aumentará más del 10 por ciento respecto de la última Navidad.
Pero más importante que el anuncio era el gesto: Cristina Kirchner se mostró en público, por primera vez, junto a Moreno, al que le dedicó un cálido respaldo, al elogiar tanto su política como su metodología. “Es la primera reunión, pero no la última. Vamos a tener un diálogo permanente”, dijo la presidenta electa al mirar a Moreno (muy activo en la reunión) y a los supermercadistas.
Así, Lousteau convivirá con Moreno, el funcionario más cuestionado por la política de control de precios y por los manejos en las estadísticas oficiales, dos claves de la política antiinflacionaria. El peso de la opinión del Presidente, que ejerce el control sobre la economía, fue clave para que Cristina Kirchner aceptara a Moreno a partir de su asunción presidencial, el próximo lunes 10. Quedó ayer definitivamente confirmado.
Se sabe, además, que Kirchner incidirá en forma decisiva en la conformación del equipo de Lousteau. Del mismo modo, lo hizo al respaldar y lograr ratificación de otros funcionarios polémicos, como el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el secretario de Transportes, Ricardo Jaime, y el jefe del Ejército, general Roberto Bendini.
Más allá de exhibir el apoyo de Cristina Kirchner a Moreno, la escenificación del anuncio buscó erradicar la percepción pública de que el Presidente ejerce el poder real y que lo seguirá haciendo luego del 10 de diciembre, lo que se traduce en continuidad de nombres y de políticas.
Al decir que la reunión de ayer no sería la última, Cristina Kirchner buscó así anticipar sus propias decisiones, muy similares a las del Presidente.
"Habrá un diálogo permanente con el Gobierno. No nos tenemos que asombrar", agregó, al defender a Moreno ante empresarios. Para ello, atacó al periodismo: "Algunos medios de comunicación fueron menoscabando lo que es la política de diálogo del Estado con los empresarios, para construir una Argentina diferente".
Y se quejó, ya en postura de presidenta en funciones: "Esta política de administración de precios fue criticada muchas veces con sorna e ironía. Acordar es gobernar y gobernar es todos los días".
Por el lado empresario, el presidente de la Asociación de Distribuidores, Ricardo Milohanich, sostuvo que "el objetivo del acuerdo es que la mayor parte de los productos no excedan 10 por ciento de aumento en relación al precio del año pasado". Y aclaró que "cada supermercado o comercio minorista organizará su propia canasta por lo que no habrá un valor unificado".
Firmaron el acuerdo la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam), la Asociación de Mayoristas Distribuidores (Amaydi) y la Cámara Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Caserch).
Se informó también que lo suscribirán directivos de los supermercados Coto, Wal-Mart, Disco, Jumbo, Carrefour y La Anónima.
"Cristina y Lousteau ya no necesitarán confirmar a Moreno en el cargo. Este acto fue el gesto para comunicarlo, sin anunciarlo y pagar los costos", dijo a LA NACION una fuente cercana a Kirchner.
Lo mismo había hecho anteayer la Casa Rosada para confirmar, sin explicitarlo, a Ricardo Jaime. Kirchner, con la venia de su esposa y sucesora, le ordenó al secretario de Transportes que anunciara que el control aéreo pasará a su área y dejará de estar en manos militares, bajo el Ministerio de Defensa. Se creó así la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que estaría en manos de un brigadier, cuyo nombre todavía no se anunció. Y se disolvió la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, cuyo titular, Ricardo Cirielli, está con un pie fuera de la administración.
Al margen de estos gestos hacia Moreno y Jaime, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, insistió ayer en jugar con la incertidumbre. "Hay que esperar un poco", dijo, en declaraciones a radio Continental. "Los nombres se van a resolver cuando cada ministro presente su gabinete", luego del lunes 10.