Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de abril de 2024
Seguinos en
Aguilar acusado de financiar a los barrabravas
El presidente de River volvió a quedar en el ojo de la tormenta, ya que se lo acusa de darle dinero a los grupos violentos del club. El crimen de Gonzalo Acro provocó todo
3 de diciembre de 2007
Los barrabravas de River procesados por el crimen de Gonzalo Acro apuntaron directamente al presidente del club, José María Aguilar, como supuesto jefe de la fracción de "los borrachos del tablón" liderada por Adrián Rousseau.

Tal como lo hizo desde la clandestinidad el prófugo Alan Schlenker en un reportaje televisivo, los barras detenidos repitieron los argumentos contra Aguilar pero directamente ante el juez de la causa, Luis Rodríguez.

Según documentación, Carlos "Urko" Berón declaró que para la financiación del grupo de Rousseau "había una caja de dinero que proviene de José María Aguilar que maneja todos los hilos, se decía que se manejaba valores grandes de dinero, plata importante, cuando había que viajar al interior le daban cinco mil o diez mil pesos".

Según Berón, River habría financiado el viaje de los barras bravas al Mundial de Alemania: "Los que tenían pasaporte y plata se fueron, ya estaba hecha la lista, siempre se dijo que 'El Club' puso la plata, se decía 'El Club' puso plata para esto, 'El Club' puso plata para lo otro, era así, se decía 'El Club'".

William Schlenker fue más allá e identificó a barras bravas que presuntamente eran empleados del club: "Guillermo Godoy, Alexis Alan Decoste, Cristian Guisleti, Matías Goñi, Gonzalo Acro, Martín Araujo, Martín Vallejos y otros que conozco por sus apodos: Zeta, Chimi, Topa".

A ellos sumó a Luis Pereyra -de quien dijo que "está a cargo de fútbol amateur o infantil"- y a Gustavo Larraín, alias "Gustavo el Uruguayo", todos supuestamente bajo las órdenes de Adrián Rousseau.

Los barras que trabajaban para el club, dijo el imputado, cobraban 3.000 pesos mensuales pero además contaban con "entradas por cantidad, no en la boletería sino dentro del club, porque en la boletería se entregan sólo dos por personas, que luego se las pasaban a revendedores que estaban en la calle, que los cuidacoches manejan la reventa".

"Entonces además del sueldo, ellos obtenían dinero de la reventa y sacaban ropa del club de River o la Selección Argentina, que también revendían", añadió el menor de los hermanos Schlenker.

Berón, por su parte, relató que tras el enfrentamiento entre grupos antagónicos del 6 de mayo, tras el partido River - Independiente, en la denominada "batalla del playón", hubo "una reprimenda de 'El Club' porque eso tenían que hacerlo afuera, ya se sabía de la emboscada, las cámaras de seguridad estaban dadas vueltas".

"Alan estaba en contra de la comisión, habían puesto una bandera en contra de Aguilar. Se dice que Rousseau es testaferro de Aguilar, también se dice que agarró plata de la venta de Higuain... con esa venta buscaban que le equilibraran las finanzas a 'El Club' y había una cometa para Rousseau", añadió en su declaración indagatoria.

Schlenker, en tanto, le dijo al juez que Rousseau fue empleado público en dos oportunidades: "trabajó en la Guardia Urbana del GCBA, trabajaba como personal de seguridad en un Museo que está frente a los lagos de Palermo, trabajó nada más que un año y medio y después no fue más, pero siguió cobrando como ñoqui, trabajó entre el año 2001 y 2003, después cobró como ñoqui hasta que fue lo de los quinchos".

"Otro trabajo que tuvo Adrián antes de ese fue en el Registro Nacional de las Personas, en Diagonal Norte", agregó.

Plasmado así el enfrentamiento entre los grupos antagónicos, el juez Rodríguez entendió que "quitarle la vida a Acro venía a saldar aquella inquina que se había generado en el seno de la facción comandada por los hermanos Schlenker, y además se daría un duro golpe al propio Adrián Rousseau".

Para el juez, uno de los motivos del crimen fue que Acro se negó a pasar del grupo de Rousseau al de los Schlenker.

"Acro actuaba de lugarteniente de Adrián Rousseau y, conforme se determinó, recibió de Alan Schlenker la oferta para hacerse del liderazgo de los facciosos 'Borrachos del Tablón'. Y, conforme lo relatan, tuvo valor para decir que no", explicó el juez.

Dos días antes del ataque a Acro estuvo a punto de registrarse otra "batalla", cuando "un grupo integrado al menos por Alan y William Schlenker, Cristian Spinelli, Rubén Eduardo Pintos, Pablo Alfredo Girón, Ariel Alberto Luna -a quien apodan 'Chatruc'- y Matías Kraft se desplazó por la tarde hacia la zona de Don Torcuato, a un lugar ubicado en las cercanías del Hindú Club, dónde se habían reunido para comer un asado los integrantes de la facción contraria, es decir, Adrián Rousseau, Martín Gonzalo Acro y otros".

Después del ataque -continuó el juez- el presunto grupo agresor se reunió para analizar la sicuación en Carupá, cerca de la localidad bonaerense de Tigre.

"Aquella reunión no es más que la continuidad de la conjura, pues participaron de ella los principales actores de la facción hoy involucrados y a la luz de las constataciones realizadas respecto de las comunicaciones evaluadas, se convino seguramente allí la estrategia para enfrentar las responsabilidades emergentes del crimen", subrayó el juez.