Tras el bloqueo de ayer a cinco fábricas santafecinas, el presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (CoProLeC), Juan Trossero, afirmó hoy que los tamberos seguirán con su piquete a las plantas de lácteos, hasta que las autoridades presten atención a sus reclamos de una política para el sector.

En tanto, la Cámara de Autoservicios y Supermercados propiedad de Residentes Chinos (Casrech) manifestó hoy su "preocupación" por "el faltante de leche fluída que se viene notando en las góndolas en los últimos días" y reclamó que tamberos y empresarios se sienten a dialogar para evitar "desabastecimiento y especulaciones inflacionarias".

"Vamos a continuar con este método de llamar la atención sobre la problemática que existe. Ningún legislador ni gobernador de provincia se preocupó por este problema", sostuvo Trossero a radio Continental, según consignó DyN.

La protesta se inició ayer, desde las 6, en Santa Fe, donde los productores impidieron la salida de productos elaborados y el ingreso de insumos y envases -exceptuaron la entrada de materia prima de los tambos- en las instalaciones de SanCor (Sunchales), Williner (Bella Italia, cerca de Rafaela), Molfino-Saputto (Rafaela) y Verónica, en las localidades de Clason y Lehmann.

El dirigente rural destacó que se determinó "hacer concentración de productores en distintas usinas y fábricas del interior", y precisó que los bloqueos se harán "hoy en la provincia de Santa Fe y mañana en la de Córdoba".

Desestimó además que por estas medidas vaya a producirse un desabastecimiento en las ventas al público, porque aseguró que "los industriales tienen materia prima y productos para distribuir".

Sin embargo, advirtió que "el problema no es que hoy falte algún producto lácteo, sino que para el próximo otoño no se a producir en el país leche suficiente para abastecer el mercado interno".

Trossero remarcó que "el tema no pasa por un precio determinado, ni porque alguien antojadizamente le ponga un valor al litro de leche en tranquera de tambo, sino por planificar la actividad".

En tanto, el presidente de la Asociación de Productores de Leche (APL), Raúl Catta, advirtió hoy que el bloqueo de los tamberos a las industrias "recién comienza", y sostuvo que la única manera de solucionar el conflicto es liberar el precio de la leche en la tranquera.

"Esto recién comienza", afirmó Catta a radio América, al tiempo que subrayó que "las industrias tomaron con beneplácito la proposición de fijar de un precio" al litro de leche que pagan en la tranquera. Así remarcó que "esto significa la cartelización de las empresas, con ayuda del Gobierno".

Señaló que este estado de situación "les resulta muy cómodo para las empresas", y puntualizó que por eso "las industrias no dan ninguna señal de búsqueda de desarrollo de la lechería".

Precisó que "el productor estaba recibiendo entre 83 y 85 centavos de peso por litro de leche", y estimó que "bajar ese precio a 73 ó 78 centavos, como finalmente ocurrió, no es querer el crecimiento de la lechería".

A su criterio, el valor de la leche en la tranquera "tendría que surgir de una negociación entre tamberos y empresarios".

"El primer paso que se debería dar sería sentarse la industria y la producción y decirle al Gobierno que para crecer se necesita que el precio no se fije. Lamentablemente los industriales están muy cómodos", afirmó Catta.

"Ante el faltante de leche fluida que se viene notando en las góndolas en los últimos días, Casrech, manifiesta su enorme preocupación para los próximos días", señaló la entidad en un comunicado.

Precisó que "a pesar que la empresa La Serenísima, está entregando entre 15 y 20 por ciento más de leche fluida a los negocios, no llega a cubrir el faltante por parte de otras empresas que no entregan como Sancor, Verónica o Ilolay".

"Desde Casrech, rechazamos esta metodología de algunas empresas y por parte de los productores con razones valederas o no, que por falta de diálogo logran generar desabastecimiento y especulaciones inflacionarias perjudicando a los consumidores", indicó la Cámara.

Aseguró que "los negocios de residentes chinos, en Capital Federal, tienen 80 por ciento de participación en las ventas de leche y 50 por ciento en los principales cordones del Gran Buenos Aires, sobre todo en los consumidores con menos recursos".