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27 de abril de 2024
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Arranca un fuerte operativo de control en las rutas
Es en los accesos a la Costa Atlántica. Habrá 2.800 policías para evitar accidentes. También radares para la velocidad, detectores de metales y supervisión de alcoholemia
14 de diciembre de 2007
La meta será un verano con el mínimo posible de tragedias viales. Una apuesta difícil si se revisan las estadísticas: entre el 2 de enero y el 28 de febrero de 2007, murieron 68 personas en accidentes registrados en las rutas de acceso a la Costa bonaerense.

Con la mira puesta en prevenir choques, vuelcos y despistes, además de exigir a los conductores el respeto por las normas de tránsito, comenzará esta mañana el "Operativo Verano en Rutas" de la Policía bonaerense.

Desde la madrugada, una "avanzada" de 230 agentes de la Policía de Seguridad Vial, 30 patrulleros, 16 motos y cinco destacamentos móviles comenzarán a desplegarse en puestos camineros para controlar casi 5.000 kilómetros de carreteras y autopistas. El personal adicional estará distribuido en 25 destacamentos camineros.

La temporada de verano transforma la región costera en destino de un éxodo interno. Casi 10 millones de personas transitan las rutas 2, 3, 26, 36, 56, 63, 74, 88 y 226 para llegar hasta la arena tibia del Atlántico o la mansedumbre de las sierras. Se movilizan en 2,2 millones de vehículos, de acuerdo con las cifras oficiales.

Pero también el viaje puede derivar en episodios dramáticos. Este verano, murió, en promedio, más de una persona por día en esas vías de comunicación. Y 178 resultaron heridos en los 153 accidentes que registró la Policía.

La ruta 11 -con 25 muertes- y la autovía 2 -con 20- estuvieron al tope de las estadísticas trágicas. En esas rectas, ocurrieron 53 episodios. Los despistes y los vuelcos sumaron 23 hechos, y los choques de frente fueron 12.

Este panorama obligó al ex gobernador Felipe Solá a decretar la "Emergencia vial", el 17 de enero de este año. La medida establecía el retorno de los radares para la detección de excesos de velocidad, mayores controles de alcoholemia y más severidad para los reincidentes en infracciones.

Sin embargo, la utilización de mecanismos electrónicos para medir la velocidad en rutas nunca entró en vigencia. Una demora legislativa impidió la aplicación de estas herramientas de medición y en esta temporada tampoco se podrán utilizar.

El gobierno de Daniel Scioli intentará apurar los trámites para poner en marcha 80 radares móviles y 40 fijos en las rutas. Es tecnología adquirida por el Estado hace seis meses, y homologada por organismos técnicos. Pero por el momento están inactivos. Algunos municipios organizaron operativos de verificación, pero no pueden aplicar sanciones.

"La puesta en marcha de los radares será después de una intensa campaña de educación vial, para que no sea considerado como un instrumento de recaudación de multas", explicaron ayer a Clarín en la jefatura de Gabinete provincial.

Para intensificar los controles de alcoholemia, la Policía tendrá 19 equipos destinados a realizar los test. En Buenos Aires, por ley está prohibido conducir con más de 0,5 gramos de alcohol en sangre. A principios de año se hicieron 6.700 inspecciones y 1.400 dieron positivo.