Cerca de dos millones de musulmanes empezaron hoy la peregrinación santa de La Meca, un acontecimiento anual marcado por importantes medidas de seguridad.

Los fieles, vestidos con túnicas blancas, se dirigieron al valle de Mina, a unos kilómetros al este de la ciudad santa, para seguir los pasos de ese trayecto recorrido ya hace más de 1.400 años por el profeta Mahoma.

Pasarán la jornada en oración y dormirán en tiendas antes de dirigirse, mañana hacia la segunda etapa del peregrinaje, el monte Arafat.

La agencia oficial saudita SPA informó que las fuerzas del orden controlan y guían a los fieles en su recorrido, además de tener lista la infraestructura y el personal necesarios en caso de necesidad de intervenciones médicas.

Las autoridades sauditas están determinadas en evitar que se repitan las avalanchas entre la multitud que en 2006 causaron 364 muertos y otros 251 en 2004.

La cifra total de los peregrinos presentes este año en La Meca aún no fue anunciada pero SPA afirmó que cerca de 1,7 millones de fieles llegaron a Arabia Saudita desde numerosos países.

Esa misma fuente cifró los sauditas que participan en la peregrinación en unos 200.000.

Entre los peregrinos estará también el presidente de Irán, Mahmud
Ahmadinejad, quien ya abandonó su país en dirección a la primera ciudad santa del islam.

Ahmadinejad es el primer presidente iraní que participará en la gran peregrinación de La Meca.