Trabajadores despedidos del Casino flotante de Puerto Madero pasaron las fiestas navideñas en Plaza de Mayo, algunos de ellos encadenados a la Pirámide, en reclamo de su reincorporación, mientras las salas de juego permanecían hoy clausuradas por la Justicia.

Muchos de los empleados cesanteados por los incidentes ocurridos el 9 de noviembre en un enfrentamiento entre miembros de dos gremios fueron acompañados por familiares y anunciaron hoy que "si es necesario se recibirá el Año Nuevo" encadenados, como se encuentran desde el jueves.

"Algunos recibieron la visita de sus familiares, sus hijos y sus padres y otros la de amigos", dijo el delegado Sebastián Dinzelbacher, en tanto sus compañeros dormían esta mañana encadenados a las rejas de la Pirámide de Mayo, cubiertos con mantas y banderas.

Cecilia Berra, otra vocera del grupo, explicó que "la medida de fuerza se debe a que queremos volver a trabajar" y añadió que son "unas 90 familias afectadas por los despidos" que seguirán en Plaza de Mayo "hasta lograr una respuesta satisfactoria".

El personal reclama una reunión con autoridades de la cartera laboral, con la presidenta Cristina Fernández o con la jueza María Servini de Cubría, quien mantuvo la prohibición de ingreso al Casino de delegados del personal no despedido tras finalizar la conciliación obligatoria la semana pasada.

Berra afirmó que le enviaron un "pedido a la Presidenta de la Nación para que nos reciba, pero hasta la fecha no recibimos ninguna respuesta, por eso decidimos mantener la medida frente a la Casa de Gobierno".

"Vamos a seguir con esta medida, que es pacífica, hasta que la situación se resuelva", dijo la delegada, quien explicó que la protesta de los empleados comenzó en la noche del jueves, por el fracaso de una nueva instancia de negociación ofrecida por el ministerio de Trabajo.