Sarkozy invitó a su novia Carla Bruni a una segunda luna de miel en Egipto.

En el escenario majestuoso que proponen las pirámides y el Valle de los Reyes, Sarkozy y la modelo italiana exhibieron sin pudor el romanticismo que los une.

En el viaje también los acompañaron Jean Sarkozy, el hijo actor del mandatario galo, su novia, y también su flamante suegra, Marysa Borini. Antes de regresar a Francia para dar el tradicional discurso de Año Nuevo, viajarán a El Cairo.

El presidente francés parece hacer todo lo posible para que su publicitado romance con la bella Bruni pase a mayores antes de que ella se aburra y quiera dar vuelta la página para iniciar otra historia.

El tiene 52 años, un discurso de derecha, una reciente separación luego de más de una década de matrimonio y una reputación como político que cuidar.

Ella tiene 39, inquietudes de chica rica pero izquierda, un frondoso historial de amoríos, un pasado de supermodelo y un segundo disco para promocionar. Y sin embargo, se vieron, se gustaron y, sin darle demasiada importancia a las formas, le dieron rienda suelta a un amorío que ya está en boca de todo el mundo.

Las primeras fotos de la pareja aparecieron hace unas semanas, mientras paseaban como dos tortolitos por EuroDisney. Un destino algo curioso para una relación tan reciente y con semejante atractivo que, normalmente, preferiría pasar desapercibida para la prensa.

Sin embargo, Sarkozy parece estar tan perdidamente enamorado de su chica ítalo-francesa que poco parece importarle el qué dirán. De hecho, el mandatario redobló la apuesta esta semana e invitó a Bruni a pasar unas vacaciones en Egipto, en compañía de su hijo Jean y su novia, y de Marysa Borini, la madre de la ex chica Versace.