Por la mañana comenzaron lentamente a trabajar en las operaciones con personal jerárquico, primero en una frecuencia hacia Río de Janeiro y después Santiago de Chile, pero por presión del gremio de rampa los jerárquicos debieron abandonar las tareas de check in.

"Venimos convocando a los siete gremios de trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral para que de vez en cuando hagamos el marco de la concertación social", aseguró Jorge Molina, vocero de la empresa.

"Tenemos que tener relaciones maduras, como en otras partes del mundo. Cuando hay un conflicto, la gente lo sabe con anterioridad y maneja sus tiempos", subrayó Molina.

"Este es el paso que nos debemos los ejecutivos de la aerolínea y los representantes de los trabajadores", recomendó.

Asimismo, Molina opinó que "la esencia de una empresa aérea son nuestros pasajeros" y puntualizó que "ningún financista del mundo va a poner dinero en una empresa donde permanentemente hay conflicto".

Por otra parte, reconoció que "la intervención del Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Transporte nos ayudó para que esto no pase a mayores".

"En ninguna parte del mundo, ningún pasajero se para encima de un mostrador en actitud de romper cosas y no le pasa nada. Yo he tenido discusiones en el aeropuerto por llegar cinco minutos tarde a un check in y me advertían que si levantaba la voz iba preso", expresó, en alusión a los incidentes producidos este viernes en el aeropuerto de Ezeiza.

"Si uno fue mal atendido, tiene un lugar de atención pública al pasajero para sus quejas, pero no se puede agredir al personal", completó.