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Uno de cada tres médicos fuma y no quiere dejar. En Argentina, la prevalencia del tabaquismo entre los profesionales de la salud ronda el 33%. Los secretos de esta adicción
15 de enero de 2008
En la Argentina la prevalencia del tabaquismo entre los profesionales de la salud ronda el 33%. Un neumonólogo dijo a Infobae.com que en la adicción hay algo del orden de la "omnipotencia" y de creer que van a "controlar" la adicción

Reynaldo Smith es médico neumonólogo. A pesar de sus vastos conocimientos en la materia dejó de fumar hace sólo 12 años. La adicción vivió con él durante más de 22.

Entre las causas por las que él abandonó el vicio enumeró a Infobae.com que había advertido que el tabaquismo lo iba a perjudicar. Pese a que la justificación parece obvia, el profesional destacó que sólo pudo dejar de fumar cuando tuvo “la motivación suficiente para hacerlo”. “No sólo hace falta saber que a uno el cigarrillo lo va a matar sino que debe querer dejarlo”, remarcó.

Consultado acerca de por qué cree que a los médicos les cuesta más dejar de fumar destacó que ése fue el objetivo de la investigación que llevó adelante desde el centro médico que preside (Respire).

Smith notó que sus pares tratados con terapia para el cambio de conducta y apoyo farmacológico, tuvieron menos de la mitad de éxito que los no médicos que recibieron el mismo tratamiento.

“Los médicos no logran con tanto éxito dejar de fumar y nos preguntamos el por qué siendo que saben perfectamente los daños que el vicio les ocasiona”, aseguró el profesional, para quien, averiguar “cuál es el factor que hace que no respondan al tratamiento como los demás pese a tener la intención y motivación de dejar” será el objetivo de una segunda investigación.

Además de abandonar el tratamiento, el profesional advirtió que sus pares “tomaban los medicamentos como querían o no acudían al programa como los demás pacientes”.

Hay un dicho popular que asegura que “los médicos son los peores pacientes”, que si bien Smith no asintió, tampoco negó.

Smith, quien es miembro del servicio de Medicina Respiratoria del Hospital Británico planteó la necesidad de “estudiar otros aspectos que tienen que ver con la psiquis, la conducta” que hacen que los médicos no puedan dejar de fumar cuando se lo proponen.

“Quizá hay que ajustar variables de tratamiento en esta población de pacientes y trabajar con ellos de manera especial para lograr el objetivo”, dijo el profesional, para quien más de uno puede llegar a pensar “si el médico fuma por que no lo voy a hacer yo”.

Pese a que “múltiples factores” deben incidir en el fracaso del tratamiento, para Smith el perfil psicológico “donde la omnipotencia puede tener algo que ver en la creencia de que por ser médico y saber más la enfermedad no le va a llegar”.

En Argentina la prevalencia del tabaquismo entre los médicos es igual a la de la población general: ronda el 33%, es decir que uno de cada tres médicos fuma.

De 48 médicos que participaron de un programa de cesación tabáquica consistente en terapia para modificar la conducta y apoyo farmacológico con bupropión -un antidepresivo- y nicotina, sólo 20% logró mantenerse abstinente al cabo de 6 meses. Esto representa menos de la mitad del éxito logrado en la población no médica que recibió el mismo tratamiento: 52% se mantenía sin fumar a los 6 meses.

La media de consumo entre los médicos fue de 20 cigarrillos por día (rango entre 10 y 50). Y el tiempo de dependencia, entre 15 y 30 años.

Más del 70% afirmó que fumaba habitualmente en su lugar de trabajo, aunque 95% ofrecía consejo antitabáquico a sus pacientes fumadores. El 60% presentaba dependencia física moderada-alta a la nicotina. Y el 80% estaba motivado para dejar de fumar.