Un incendio de grandes proporciones destruyó esta noche gran parte de la fábrica de
pastas y pan "La Salteña", ubicada en el partido bonaerense de Lanús, aunque solamente un operario sufrió quemaduras y un bombero un principio de asfixia, estando ambos fuera de peligro.

El incendio se inició luego de que se oyera una fuerte explosión, presumiblemente por el estallido de una caldera, y las llamas fueron combatidas por unas veinte dotaciones de bomberos provenientes de varios partidos del sur del Gran Buenos Aires.

Hacia esta medianoche las llamas estaban circunscriptas, aunque no completamente extinguidas.

"El incendio ya está controlado, aunque demandará algunas horas más apagar las llamas, y sabemos que en el interior de la fábrica hay varios tanques con amoníaco que corren riesgo", indicó Diego Pérez, jefe de los bomberos de la departamental de Lanús.

Precisó que ningún vecino sufrió lesiones y tampoco sus propiedades corrían riesgo de derrumbe, anque aclaró que varios de ellos fueron evacuados "por prevención".

El fuego se inició poco antes de las 19:00 en la fábrica La Salteña, ubicada sobre la intersección Miguel Cané y General Urquiza, en ese distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires, y rápidamente una gigantesca nube gris se extendió por varias
cuadras a la redonda.

Pasadas las 23.00, un centenar de bomberos de Lanús y varios distritos bonaerenses, como de Quilmes, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Avellaneda, continuaban intentando apagar las llamas, que persistían dado que que en ese establecimiento había elementos
altamente inflamables.

Di bien al momento de comenzar el incendio había en total 300 operarios trabajando en el lugar "todos excepto uno lograron salir rápidamente sin sufrir lesiones", aseguró uno trabajador.

"Esto fue una fatalidad, fue un accidente. Las condiciones laborales son muy buenas. Es una desgracia que haya sucedido esto", expresó el operario, al tiempo que reclamó "ayuda" para las más de 500 personas que se desempeñaban diariamente en la fábrica
y ahora corren peligro de quedar desempleadas.

Por haber en el establecimiento poliuretano, el fuego se extendió rápidamente y arrasó con buena parte de la fábrica, según relató el recintemente elegido jefe comunal, Darío Díaz Pérez, en declaraciones a la prensa.

Además, el uso de amoníaco hizo temer que la nube de humo pudiera provocar intoxicaciones en el vvecindario.