Se trata del Le Grand Bleu, una de las naves más caras y grandes del mundo. Lleva a bordo 34 embarcaciones, entre ellas un mini submarino, un velero y un crucero. Tiene un helicóptero en la proa y una piscina.

La estrella del momento en la bahía uruguaya es nada menos que Le Grand Bleu, embarcación que formó parte de la flota del magnate ruso Roman Abramovich, dueño del equipo de fútbol inglés Chelsea.

Pero el año pasado su dueño decidió venderselo a un amigo de la misma nacionalidad, Eugene Shivdler, titular del nuevo coloso petrolero ruso Yukos-Sibneft.

En el superyate viajan ocho pasajeros y 37 tripulantes que se encargan del funcionamiento de esta nave de 113 metros de largo, según publicó el diario El País de Montevideo, Uruguay.

Lleva a bordo 34 embarcaciones, entre ellos un minisubmarino (para detectar minas), un velero de 22 metros de eslora y un crucero de 21 metros. También tiene un helicóptero con su respectiva pista de aterrizaje.

Como si todo esto fuera poco, Le Grand Bleu tiene un certificado ambiental homologado por la casa aseguradora Lloyd's y cuenta con una planta de tratamiento de aguas servidas, produce su propia agua potable y un sistema que limita las emisiones de nitrógeno y ácido sulfúrico.