El acuerdo para moderar los pedidos de subas salariales entre la presidenta Cristina Kirchner y el titular de la CGT, Hugo Moyano, mostrará sus consecuencias a partir de la semana que viene.

Los bolsillos de la clase media, que cobra entre $ 4.800 y $ 6.750 mensuales, serán los más golpeados a partir de febrero próximo, cuando entren en vigencia los aumentos y las modificaciones de topes establecidos por el Gobierno en materia de aportes previsionales, obras social y PAMI.

A esto hay que sumarles, en la Ciudad de Buenos Aires, los cambios que Mauricio Macri impulsa en la Ciudad de Buenos Aires, que imponen subas en las patentes de los vehículos y ABL (alumbrado, barrido y limpieza).

Lo más fuerte del impacto recae sobre un segmento de población cuyos hogares se caracterizan por tener alto consumo y poco ahorro, que suelen tener dos ingresos, autos nuevos y vivir en barrios bien posicionados.

Para estos trabajadores la merma en sus ingresos mensuales alcanzará un mínimo de 4,6% ($192) y un máximo de 7,3% (440 pesos).

Y será consecuencia de los aumentos establecidos en materia de las contribuciones, que establecen un alza de 4% en el aporte jubilatorio, elevado de 7 a 11% del total del salario; y la suba del rango salarial afectado por el descuento de 3% para obras sociales y PAMI, hasta $6.750, lo que implica un aumento de $ 60 más de aporte por trabajador en este concepto.