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20 de abril de 2024
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De a poco, Gaby Alvarez se va adaptando a la vida carcelaria
El relacionista público, detenido en Uruguay, ya conoce a algunos internos del penal y les cocinó. Sin embargo, sigue angustiado por su situación procesal y su futuro
31 de enero de 2008
El conocido relacionista público Gabriel "Gaby" Alvarez está alojado desde el viernes en el penal maldonadense de Las Rosas, acusado de ser unos de los responsables del accidente que el pasado 23 de enero les costó la vida a los turistas argentinos Gloria Pérez del Cerro y Fernando Cicciari.

Alvarez pasó las primeras horas de su detención angustiado y preocupado por saber cuánto tiempo iba tener que estar tras las rejas, y llorando buena parte de la jornada.

Pero en los últimos días, fue "acomodándose" bastante, y fundamentalmente por la "buena onda" que percibió entre los otros internos del pabellón de primarios.

"Ayer (por el martes) lo vi mucho mejor que la primera vez que lo visité en Las Rosas, inclusive mucho mejor que el lunes", confió Joaquín Reyes, su abogado. "Sin embargo, volvió a quebrarse cuando recordó el accidente y quiso saber sobre cómo estaban los familiares de las dos víctimas", añadió.

En forma gradual, Alvarez está "agarrando" algunos códigos carcelarios: ya conoce a varios de sus compañeros por su nombre y el martes, según unos de los detenidos que habló con Clarín por teléfono público, cocinó para algunos internos del módulo 1B.

En general, y en los horarios que le está permitido, sale muy poco al patio, mucho menos que su asistente, Ariel Coelho. Pasa largos ratos en silencio: por ahora, se muestra muy desganado, no lee ni realiza ningún otro tipo de actividad. Una de las pocas actividades concretas que hizo fue leer una carta que le envió la modelo y conductora Luli Fernández.

"Lo que sí está sintiendo es la falta de apoyo, la poca gente que lo ha venido a visitar -aseguró Reyes-. Aunque también entiende que mucha gente de su entorno es pública, y que no es simple 'exponerse' en estos momentos, cuando hay tanta prensa en la entrada del penal. Yo también pienso que por ahora, para la causa, eso es mejor porque es importante que se 'calmen un poco las aguas'".

La única queja que Alvarez tiene hasta ahora en cuanto al penal y el trato que ha recibido tiene que ver con el departamento médico de Las Rosas. Dice que no le está suministrando la dosis "adecuada" (o, al menos, la que él estaba acostumbrado) de los dos o tres medicamentos que estaba consumiendo en los últimos tiempos. Uno de ellos es Rivotril, un ansiolítico indicado, entre otras cosas, para tratar desórdenes de pánico y síndromes fóbicos.