Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de abril de 2024
Seguinos en
En plena movilización, las FARC liberarán otros tres rehenes
Se trata de tres políticos secuestrados desde hace más de seis años. Serán entregados al presidente venezolano, Hugo Chávez, por su delicado estado de salud
4 de febrero de 2008
En la víspera de una jornada de protesta sin precedente contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que hoy movilizará a miles de personas en más de 160 ciudades de todo el mundo, la guerrilla anunció ayer que liberará a tres políticos que tiene secuestrados desde hace más de seis años, a causa de su delicado estado de salud.

Las FARC afirmaron que entregarán los rehenes al presidente venezolano, Hugo Chávez, a la senadora colombiana Piedad Córdoba o a quien ellos designen, "como reconocimiento de sus persistentes esfuerzos" por concretar un canje humanitario de secuestrados por rebeldes presos.

La liberación, para la que no pusieron fecha, se realizará "en territorio colombiano", dijeron.

Este nuevo gesto de desagravio de las FARC a Chávez se conoció en momentos en que Bogotá y Caracas atraviesan la peor crisis diplomática en años, desatada después de que el presidente Alvaro Uribe suspendió abruptamente la mediación del mandatario venezolano y de Córdoba en busca de un canje humanitario (ver aparte).

El anuncio, que desató euforia entre los familiares de los rehenes, fue interpretado en Colombia como una "respuesta anticipada" de los guerrilleros a la presión que recibirán durante la jornada de protesta que se realizará hoy en 45 ciudades colombianas y en más de 125 del resto del mundo, con el lema "no a las FARC".

Los rehenes que serían liberados son el ex senador y ex gobernador del departamento del Nariño Luis Eladio Pérez y los ex congresistas Gloria Polanco y Orlando Beltrán, todos secuestrados entre junio y agosto de 2001, cuando eran legisladores.

Los tres son parte del grupo de 43 rehenes que las FARC pretenden canjear por unos 500 guerrilleros presos, para lo cual exigen la desmilitarización de dos municipios colombianos, algo que el gobierno de Uribe rechaza.

Entre los secuestrados "canjeables" se encuentran también la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres contratistas norteamericanos, los rehenes de más alto perfil de las FARC.

Según se desprende del testimonio de otros secuestrados, Pérez, que fue capturado en una ruta del interior del país en junio de 2001, sería compañero de cautiverio de Betancourt y de los norteamericanos, por lo que el anuncio despertó expectativas de que pueda contar las condiciones en las se encuentran esos rehenes.

De concretarse la prometida liberación, se trataría del segundo gesto unilateral de las FARC, que el 10 de enero pasado entregaron a una delegación venezolana a la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas -compañera de fórmula de Betancourt- y a la ex congresista Consuelo González.

En el comunicado en el que anunciaron la próxima liberación, las FARC afirmaron que tomaban esa decisión por el "estado de salud" de los rehenes, sin dar detalles. Desde antes de su secuestro, Polanco tomaba una medicina para la tiroides, mientras que es sabido que Pérez padece de hipertensión y diabetes, lo que le ha provocado varios comas durante su cautiverio, según han contado otros liberados.

También Beltrán sufre de hipertensión y diabetes, según contó su esposa, Deyanira Ortiz. En una carta que le envió en diciembre pasado, el ex congresista, que fue secuestrado en agosto de 2001 en una zona rural, contó que vivía en condiciones parecidas "a las de un campo de concentración" y que lo forzaban a dormir encadenado a un árbol. Ortiz manifestó ayer su alegría por el anuncio. "Le doy gracias a Dios y ruego para que sea muy rápido", dijo la esposa de Beltrán.

"Quedé aturdida, paralizada. Después de seis años y ocho meses de soñar con la libertad de mi marido, se comienza a hacer realidad el sueño , contó Angela Rodríguez, esposa de Pérez. La última prueba de vida que recibió de él fue una imagen difundida en noviembre pasado, en la que su esposo se niega a mirar a la cámara.