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25 de abril de 2024
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Cómo llegar jovial a los 90 años, y no morir en el intento
Tener muchos años de vida ya no tiene que ver con el azar ni con los genes. Un estudio reveló las cinco claves para alcanzar una vida saludable. Los detalles
20 de febrero de 2008
Lograr ser un anciano activo ya no es una utopía. Un estudio reveló que cumpliendo rigurosamente cinco tips, cualquier hombre puede lograr "sus soñados 90", o por lo menos, tener una vejez saludable.

Estos comportamientos son abstenerse de fumar, controlar el peso y la presión sanguínea, ejercitarse regularmente y evitar la diabetes.

Aunque no sorprende que elecciones tales como no fumar estén asociados con una vida más larga, es significativo que estos comportamientos en los años de la madurez precoz permitan predecir tan fuertemente la supervivencia hasta la vejez extrema.

"El mensaje -dijo el doctor Laurel B. Yates, geriatra del Brigham and Women s Hospital, de Boston, autor principal del estudio- es que un individuo tiene algún control sobre su destino en relación con lo que puede hacer para mejorar la probabilidad no sólo de vivir una larga vida, sino también con buena salud y un buen funcionamiento en los días de la vejez."

El estudio siguió a más de 2300 hombres saludables durante un cuarto de siglo. Cuando comenzó, en 1981, el promedio de edad de los sujetos estudiados era de 72 años.

Los hombres respondieron a cuestionarios anuales acerca de cambios en su salud y estilo de vida, y los investigadores les tomaban pruebas de sus funciones físicas y mentales. Al final del estudio, publicado en la revista Archives of Internal Medicine , 970 hombres habían llegado a los 90 años.

No había menos enfermedades crónicas entre los sobrevivientes que entre aquellos que murieron antes de los 90. Pero después de controlar las variables, los fumadores habían tenido el doble de riesgo de muerte antes de los 90 comparados con los no fumadores; los que tenían diabetes habían incrementado su riesgo de muerte en un 86%; los obesos, en un 44%, y los que tenían hipertensión, en un 28%.

Comparados con hombres que nunca hacían actividad física, los que se ejercitaban habían reducido su riesgo de muerte en un 20 a 30%, dependiendo de la frecuencia y el vigor con que lo hacían.

Un segundo estudio también publicado en la misma revista sugiere que algunos de los más añosos sobreviven no porque eviten enfermarse, sino porque viven bien a pesar de la enfermedad.

El estudio, del que participaron 523 mujeres y 217 hombres de entre 97 y 119 años de edad, mostró que una gran proporción de aquellos que vivieron tantos años sin asistencia o con asistencia mínima lo hizo aun padeciendo enfermedades crónicas durante muchos años.

Dellara Terry, autora principal de este estudio, dijo que sus resultados muestran que la edad avanzada y las enfermedades crónicas no son una razón para dejar de brindar tratamiento.